Real Madrid - Sevilla: El Santiago Bernabéu examina a Bale

Sigue el partido en directo Real Madrid - Sevilla. 

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El término inglés para designar a un chupón es ball-hog, algo así como “glotón de pelota”, o cosa peor si atendemos a la primera acepción de hog, “cerdo, puerco, chancho”. En Argentina a los futbolistas que no la pasan se les llama “perros”, “comilones” o “morfones”. En Brasil se les dice fominha (tacaño, avaro) y en Perú “amarrabolas”. Queda claro que ninguna cultura tiene en alta estima a los jugadores individualistas.

Sobre Gareth Bale pesa la principal acusación de ser egoísta, y por tal motivo fue pitado el sábado. El precio de su fichaje (91 millones) es un asunto superado. Tampoco importa en exceso su capacidad goleadora, estimable (14 goles en 24 partidos), aunque alejada de los números extraterrestres de Cristiano (36 en 31). Ni siquiera se le reprocha su manifiesta irregularidad.

Lo que el madridismo (léase el Bernabéu) no perdona a Bale es que todavía no haya entendido los gustos de la afición. En apariencia lo tiene todo para ser querido: es un chico sano, sobrado de facultades, nada relamido y con un impecable corte de pelo. Sin embargo, carece de sensibilidad emocional, de sentido del protocolo. Después de año y medio ya debería saber que chupar es pecado y que el esfuerzo (real o populista) resulta innegociable.

Foco. Hoy volverá a ser examinado en esas materias. Le juzgará el Bernabéu y le pondrá a prueba el Sevilla, cuarto clasificado y de los pocos equipos en España con argumentos para puntuar en Chamartín. Sin el escudo de Cristiano, Bale recupera el protagonismo en un partido clave para tomar ventaja en Liga.

Por lo que respecta al equipo titular, el Madrid presenta novedades: Nacho y Khedira podrían jugar por Marcelo y James, ambos a una tarjeta de la suspensión (el derbi ya asoma por el horizonte). El once resultante es lo más cerca que puede estar Ancelotti del 4-4-2 puro, sin reciclajes.

El Sevilla llega animado por el regreso de Mbia, la titularidad de Bacca y el triunfo ante el Espanyol. Sólo hay un problema. El equipo naufraga cuando visita a los grandes: 4-0 en el Calderón, 5-1 en el Camp Nou y 3-1 en Mestalla. Como pueden observar, no sólo Bale pasará una reválida esta noche.