Atlético - Rayo Vallecano
Muñoz: “Vallecas y el Calderón ponen los pelos de punta”
Jesús Muñoz es el segundo de Paco en el Rayo. También conoce bien a su rival de mañana: jugó en el Atlético en la 2001-02. Entonces coincidió con el Mono y Torres.
¿Cómo llega el Rayo?
—Bien, nos condicionan las bajas atrás, pero siempre nos levantamos de las adversidades.
—Parafraseando a Paco, la idea sería: “saldremos por la puerta grande o la enfermería...”
—Iremos con la misma filosofía. Es valiente, pero no pensamos en la enfermería... (risas).
—¿Y qué opina del estilo de juego del Atlético?
—Su manera de ver el fútbol y la nuestra son opuestas, pero todas son válidas. Al campeón de Liga y subcampeón de Champions, ¿quién le quita la razón?
—¿Qué recuerdo tiene de aquella 2001-02 en el Atlético?
—Fue muy bonito. Llevaba diez años en Albacete y era la primera vez que salía. El club estaba en Segunda, eran momentos difíciles, pero se logró el objetivo.
—Allí coincidió con Torres...
—A Fernando lo conocía del año anterior, cuando marcó en Albacete su primer gol. Jugué en su contra y apuntaba maneras. Era tímido, con la cabeza amueblada y ya era el icono del Atlético.
—¿Volverá a su mejor versión?
—Hablan de Torres como de un exjugador y sigue siendo un 9 de élite. Está en casa, le quieren y él tiene mucho que demostrar. Ya lo vimos en el Bernabéu.
—También estaba el Mono...
—Era la punta del iceberg de un grupo espectacular. Estabas deseando ir a entrenar porque te lo pasabas genial. Ahora, su labor es buenísima y transmite ese carisma tan beneficioso.
—Y al frente, Luis Aragonés.
—Para él era difícil entrenar en Segunda y lo hizo por amor a los colores. Tenía un carácter agrio, pero demostró el porqué de sus méritos. Su carisma se reflejaba en el equipo. Simeone también lo tiene, no hay más que ver al Atleti y a él en la banda.
—En Anoeta, usted indicó al equipo cómo hacer un gol de estrategia que luego llegó, ¿esos detalles reflejan su labor?
—Depende de la persona y de a quién tengas como entrenador. Paco nos da espacio, es fácil trabajar a su lado. Y se crea un vínculo especial con los jugadores: te respetan pero te ven cercano porque no haces el once.
—¿Cuál es el secreto de Paco?
—El trabajo. Es muy exigente, trata a los jugadores con transparencia y a través del convencimiento, no impone. Ir de frente no es lo habitual. Es sincero y directo, pero con argumentos. Me hubiese gustado un técnico así.
—¿Cómo le conoció?
—Fuimos compañeros en el Zaragoza y, cuando ya me estaba retirando, jugué en el Alcalá, donde él llegó como entrenador. Le he tenido de las dos maneras y no sé cuál es mejor (risas).
—En el Rayo han fulminado récords, el último a domicilio. ¿Qué pasa en casa?
—Lo de las dimensiones es una leyenda urbana. Merecimos más en partidos que perdimos: Elche, Eibar, Espanyol, Córdoba... Jugamos igual en casa y fuera.
—Varias peñas no irán a Calderón por las medidas del Atleti.
—Nuestra afición es importantísima. Hay partidos de fuera en los que sentimos más aliento que el equipo local. Vallecas y el Calderón son dos campos donde se te ponen los pelos de punta. Cuando Vallecas ruge siento mucha envidia. Las emociones en el césped están a flor de piel.