Barcelona
Un año sin Sandro Rosell
Hoy se cumple un año desde que Sandro Rosell dejara la presidencia del Barcelona. Fue un día después de que el juez Pablo Ruz lo imputase dentro del caso Neymar.
Amenazas. Fue lo que le hizo abandonar la presidencia del Barcelona, aunque muchos consideren que trató de escaparse en silencio por los problemas que le estaba generando la imputación en el Caso Neymar. Aburrido de ser amenazado y de ver sufrir a su esposa, dos hijas, padres, hermanos y familiares más cercanos, después de pensarlo fríamente decidió aparcar definitivamente el sueño de toda su vida: ser presidente azulgrana.
Bartomeu. Le sucedió en el cargo con la idea de acabar el mandato de seis años alcanzado en las elecciones de 2010. Hace poco más de dos semanas anunció la convocatoria de los comicios, aunque aún sin fecha fija.
‘Caso Neymar’. El fichaje del brasileño le costó más disgustos a Rosell que un dolor de muelas. Creía estar haciendo el bien para el club adelantando un año su llegada ante la presión del Real Madrid, pero al ex presidente le puede salir muy cara la jugada: fue imputado por apropiación desleal, después de la denuncia del soci Jordi Cases. Bartomeu admitió posteriormente que la operación total por el crack ascendía a 86,2 millones: 57,1 son del fichaje; el resto, de otros conceptos. El juez Pablo Ruz citó a declarar a Rosell el pasado 13 de junio, aunque finalmente se llevó a cabo el 22 de julio, una vez concluido el Mundial. Confesó entonces “no leerse la letra pequeña de los contratos”, a la vez que apuntó que “lo hicimos todo de manera correcta”. Sigue todo en el aire.
Teixeira. La organización de un amistoso entre Brasil y Portugal en 2008 destapó una supuesta trama entre Fernando Teixeira, ex presidente de la CBF, y Alianto, una de las empresas de Rosell. Según la Justicia brasileña, el que fuese máximo dirigente del Barça tiene una acción penal abierta y otra administrativa. Se dice que desde entonces no viaja a Brasil, aunque declaró en más de una ocasión que no tendría problema alguno en poder acceder al país.
Acción responsabilidad. El club presentó una demanda por la que ejerció la acción de responsabilidad social contra la directiva de Joan Laporta. Le reclamaron 47,6 millones de euros. La cantidad reclamada correspondía a los resultados económicos negativos acumulados durante el periodo de gestión del expresidente. José Manuel Martínez Borrego, titular del juzgado de 1ª instancia número 39 de Barcelona, la desestimó, aunque el club presentó un recurso. Sigue pendiente.
Sanción FIFA. La Comisión Disciplinaria de la FIFA sancionó al Barcelona y por infracciones relacionadas con el traspaso y la inscripción de jugadores menores de 18 años, castigando al club azulgrana con la prohibición de realizar traspasos tanto nacionales como internacionales hasta enero de 2016 (tras una cautelar que le permitió comprar futbolistas el pasado verano), además de una multa de 370.000 euros. A finales de diciembre de 2014 el TAS confirmó el castigo.
Referéndum Camp Nou. Fue uno de los grandes proyectos de Rosell, que vio cómo Bartomeu supo sacar adelante, aunque sin muchos problemas. 37.535 socios expresaron su voluntad y más de 27.161 (72,3%) depositaron la confianza en la Junta para poder llevar a cabo la reforma del Camp Nou. La obra debería dar inicio en 2017.
Los contratos. Uno de los retos que tenía Rosell para el futuro era negociar las futuras alianzas con QSI (Qatar Sports Investments), Nike y el de televisión. Para el primero se deberá consultar en la asamblea de socios y compromisarios. Desde un primer momento el lucir Qatar en la camiseta molestó a más de uno, por lo que tratarán de solventar antes un ruido mediático que les perjudique. Con la marca de ropa tratarán de acercarse a los 90 millones por temporada (durante 10 años) que el Manchester United le sacó a Adidas con su nuevo contrato. En la actualidad los culés ingresan 30 millones. ¿Y la televisión? Cuando todo parecía cerrado con Mediapro, una gestión de César Alierta, presidente de Telefónica, con Bartomeu lo frenó todo. No hay nada decidido.
¿Quién los negociará? Rosell tenía absoluta confianza en Antoni Rossich, hasta hace poco director general. Bartomeu decidió prescindir de él, aunque sí que estará presente en el contrato televisivo). No es el único ejecutivo que tuvo que irse antes de tiempo. Zubizarreta abandonó el despacho de la dirección deportiva junto a sus dos asistentes (Narcís Julià y Albert Valentín). También abandonaron por decisión propia el club los directivos Pilar Guinovart y Eduard Coll, éste enfrentado de manera irreconciliable con Rossich.