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Atlético de Madrid | Wang Jianlin

De soldado del Ejército Rojo al cuarto más rico de China

Es el 42º del mundo con 15.600 millones de euros. Florentino Pérez le ofreció poner el nombre al estadio Santiago Bernabéu, pero no fructificó.

MEDIA CHINA, EN SU MANO. El empresario chino Wang Jianlin, en su despacho.

Nacido el 24 de octubre de 1954 en Sichuan e hijo de un soldado del Ejército Rojo, Wang Jianlin siguió los pasos del padre y a los 16 años se alistó en el ejército. Estuvo otros 16 años y luego se convirtió en un funcionario de la ciudad de Dalian. Con carné del Partido Comunista desde los 22 años y gracias a los contactos logrados, a finales de los ochenta adquirió una inmobiliaria en quiebra y comenzó a hacer fortuna.

En 2013, Wang ya era el más rico de China con 9.000 millones de euros. En la actualidad es el cuarto. Según la revista Forbes, es el 42 más rico del mundo, con una fortuna de 15.600 millones de euros.

A través de su empresa Dalian Wanda Group posee 166 centros comerciales, 57 hoteles de cinco estrellas, es el mayor propietario de suelo en cine, parques temáticos...

Sus dos pasiones son el fútbol y el cine. Compró la americana AMC y se convirtió en el mayor exhibidor del mundo, con 527 cines y 6.247 pantallas, y tiene previsto crear en China un centro de cine más grande que Hollywood.

Junto a su amigo Xi Jinping, presidente de la República Popular China, decidió impulsar el fútbol chino, y costeó de su bolsillo el fichaje de Camacho como seleccionador de China.

Este empresario con avión privado y que navega con el yate de James Bond en la película Casino Royale, pasó cuatro días en España. Comió jamón y paella y estuvo en un tablao flamenco, pero también se reunió con Fernando Roig, presidente del Villarreal (le regaló un cuadro de su mujer, la pintora Elena Negueroles). En Madrid cenó en el Teatro Real con Enrique Cerezo e Ignacio González, al salir se topó con el edificio España (un rascacielos de 117 metros), le gustó y dijo “me lo compro”, y pagó por él 265 millones. También cenó con Ana Botella y Florentino Pérez. El presidente madrista le ofreció poner el nombre al estadio Bernabéu, pero no fructificó.