Un autogol de Abdoulaye saca al Córdoba de la zona de descenso

La suerte es un factor tan importante como la calidad o el trabajo y el Córdoba la tuvo a su favor. Llegó a tiempo el tránsfer de Bebé, que fue titular junto a Edimar, y se destapó como uno de los mejores del partido. Además, el árbitro anuló un tanto a Bueno por un fuera de juego inexistente. Pero la acción de mayor fortuna radicó en el gol del triunfo, cuando Abdoulaye quiso interceptar un centro de Florin que terminó en la red. Sopló el viento a favor y lo hacía desde el sur.

El dominio fue del Rayo, pero el gol se le sigue resistiendo: chutó 21 veces sin premio. Jozabed fue, de nuevo, el timón de la nave y la brújula le hizo volcar su juego hacia Kakuta, que encontró en Licá a su mejor aliado. No contaban con el regreso de Juan Carlos a Vallecas, que le hizo aplacar con eficacia cada atisbo de peligro. También Toño estuvo alerta para desbaratar los fuertes disparos de Bebé, que lo intentó de falta y gozó de una doble ocasión que terminó repeliendo Abdoulaye.

Estrada Fernández no eludió su cuota de protagonismo. El Córdoba le reclamó un agarrón de Baena a Crespo dentro del área y después anuló un gol legal al cuadro franjirrojo. Una perla de Bueno, que controló un centro de Quini y remató sin que el esférico tocara el césped. Precisamente otro remate suyo golpeó en la mano de Crespo. Se barruntaba el 1-0, pero un error de Abdoulaye adelantó al Córdoba, que sale del descenso 44 jornadas después (27 durante la 71-72 y 17, en la 2014-15).

Los locales se marcharon al vestuario atacando y así regresaron. Ya avisó Quini con un disparo que se topó con la escuadra. Por contra, los andaluces lo tenían claro: mantener el botín. Paco introdujo a Manucho, Pozuelo y Aquino, en busca de la remontada, aunque fue Bueno quien la acarició. En el asedio final un cabezazo suyo se fue alto y Deivid le sacó otro disparo bajo palos. Vallecas sigue sin saborear un triunfo desde el 23 de noviembre.