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BETIS 3 - TENERIFE 1

Rubén y Molina alegran el regreso de Mel al Villamarín

Alcoyano y canario crearon los goles de la victoria ante un digno Tenerife. Los visitantes protestaron el penalti del 1-0 y acabaron el partido con 10.

Gol de penalti de Rubén Castro
Gol de penalti de Rubén CastroTONI RODRIGUEZDIARIO AS

No hubo buen juego en el reestreno de Mel en el Villamarín y el Betis sufrió bastante más de lo que indica el marcador, pero el entrenador madrileño puede encontrar argumentos de mejoría en el regreso de una dupla que pasará a la historia del equipo heliopolitano: Rubén y Molina., Debido a las bajas, la pareja regresaba ayer al ataque verdiblanco y no pudo hacerlo de mejor manera: creando y definiendo los tres tantos que derrotaron a un Tenerife digno, compuesto y valiente por momentos, pero al que primero un penalti discutido y luego la calidad del equipo con el mayor presupuesto de Segunda, de largo, hicieron morder el polvo.

Las bajas le hicieron a Mel el once y prácticamente el sistema, un clásico 4-4-2 con extremos, rombo y la dupla Rubén-Molina arriba. Pero para jugar así hace falta desborde, y Pacheco y Cejudo, los encargados de ese asunto, andan muy lejos de su mejor forma física. Al malagueño se le ven ganas y al cordobés le aguanta algún buen centro, pero no son rápidos ni efectivos. No lo suficiente como para dominar y crear ocasiones a este rocoso Tenerife, bien parapetado en el centro, que mantuvo el tipo más allá de la media hora, bien es verdad que con pocas alegrías atacantes.

En el 27’ se lesionó Carlos y Álvaro Cervera tuvo que cambiar cambiar de portero. Hubo en la grada verdiblanca quien pensó que le vendría bien al Betis. Optimistas, eso sí, porque el equipo l no había local ni siquiera había tirado a puerta todavía.

33 minutos tardaron los locales crear una ocasión de peligro, en una triangulación entre Rubén-Cejudo y Molina que acabó con el alcoyano chutando al cuerpo de un defensor. Se pidió mano. Segundos después el propio Molina remataba por primera vez a puerta en la era Mel (en Alcorcón no se hizo): su cabezazo obligó a Roberto a estirarse. Y la jugada estiró al Betis, que acabaría la primera parte creando peligro de verdad, como una contra de Pacheco que Cejudo culminó demasiado alta o, finalmente, el (discutido) penalti del primer gol. Molina la cazó casi en la línea de fondo y cayó tras un leve contacto con el portero tinerfeñista. Convirtió Rubén (1-0, 49’+) y Arcediano Monescillo se marchó a vestuarios acompañado por las protestas de los futbolistas visitantes.

Fue el Tenerife, necesitado, el primero en avisar durante la segunda mitad con un disparo de Suso que lamió el poste izquierdo de Adán, y el que empataría en un falló clamoroso de la zaga verdiblnca culminado por Ifrán, eso sí, de manera excelsa: el uruguayo controló de espaldas a la meta y la metió de tacón (1-1, 55’).

Pasó por momentos de zozobra el Betis, aturdido por el empate, temeroso ante un Tenerife que trataba de mandar, que se animaba. Y entonces aparecieron ellos, la pareja de los más de 150 goles en estos cuatro años, y resolvieron. Primero hizo la jugada Molina y resolvió Rubén (64’). Minutos más tarde, en una contra y ya con 10 los visitantes, por expulsión de Carlos Ruiz, el canario le cedía a su amigo el gol que sentenciaba la primera victoria de Mel en su regreso.