Real Madrid - Espanyol | La intrahistoria
Sergio ya atormentó como futbolista al Real Madrid
Hasta 24 veces se enfrentó el ahora entrenador perico a los blancos. Ganó 11 veces y abrió la debacle del Centenariazo. También amargó a Ancelotti en Milán.
Se estrenará Sergio González (L’Hospitalet, 10-11-1976) mañana en el banquillo del Bernabéu, a unos escasos centímetros de un césped sobre el que vivió alguno de sus días más brillantes como futbolista. El ahora entrenador del Espanyol amargó más de una velada al Real Madrid, con el Centenariazo como clímax al que, además, él contribuyó decisivamente.
Ese 6 de marzo de 2002 seguro que regresará a la mente de Sergio cuando alcance de nuevo el césped del Bernabéu, esta vez con indumentaria de calle y a bordo del nuevo autocar del Espanyol, estrenado el miércoles con ocasión del encuentro ante el Valencia de Copa. Y la final de dicho torneo era lo que se disputaban el Real Madrid, como anfitrión en el año de su centenario, y el Deportivo, en el que militaba el entonces centrocampista. Cinco minutos le bastaron a Sergio para abrir una noche histórica: se zafó de Hierro, condujo hacia el área sin que Míchel Salgado le pudiera obstaculizar y batió a César colándole el balón entre las piernas. Era el 1-0 de un Depor que aumentó distancias en el minuto 38, gol de Diego Tristán, y ante el que nada pudo hacer Raúl con su tanto en el 58’.
La buena estrella de Sergio ante el Real Madrid había comenzado mucho antes, en su primer enfrentamiento, en 1998 (1-0 del Espanyol en Montjuïc) y prosiguió ya en la Copa, en 2000: jugó la ida y la vuelta de semifinales, cuando los pericos apearon a los blancos (0-0 en el Bernabéu y 1-0 en el Olímpic) antes de conquistar el trofeo en la final contra el Atlético de Madrid, en Mestalla.
Hasta 24 veces se enfrentó el ahora entrenador perico a los blancos defendiendo las camisetas de Espanyol, Depor y Levante. Más allá de que les marcó dos goles, el último hace solo cuatro años como granota (2-0 en el Ciutat de València, el 6 de enero de 2011), consiguió ganarles 11 veces, por otras 11 derrotas y cinco empates entre Liga y Copa, un balance meritorio.
En Champions. Pero no solo el Madrid tiene motivos para temer al preparador, sino que también Ancelotti debería guardarle un profundo respeto. Sergio participó como titular en la épica remontada del Deportivo ante el Milán dirigido por el italiano, en la Champions 2003-04. Aquella vez el mediocentro no marcó, pero sí jugó 87 minutos en el 4-0 en Riazor con el que los blanquiazules revertían el 4-1 de la ida de cuartos en San Siro, para colarse en semifinales.
Como jugador, Sergio tuvo la llave para desarticular al Madrid y a Ancelotti. Mañana se enfrenta como técnico con la misión de abrir esa misma cerradura.