Barcelona | El precedente
Johan Cruyff ya se cargó al alemán Weisweiler en 1976
La guerra estalló el 8 de febrero de 1976 en un Sevilla-Barça. El técnico no alineó a Rexach y en el 70’ sustituyó a Cruyff. El Sevilla ganó 2-0 y la estrella del partido fue Biri Biri.
"El o yo”, le dijo Cruyff al presidente Agustín Montal en referencia al entrenador Weisweiler. En el verano de 1975, Montal había destituido al técnico holandés Rinus Michels por tener muy consentido a Johan Cruyff, y contrató a Hennes Weisweiler, técnico alemán que acababa de ganar la Copa de la UEFA con el Borussia Moenchengladbach. Weisweiler exigía una gran disciplina y enseguida chocó con las figuras Cruyff y Rexach.
La guerra estalló el 8 de febrero de 1976 en un Sevilla-Barça. El técnico no alineó a Rexach y en el 70’ sustituyó a Cruyff. El Sevilla ganó 2-0 y la estrella del partido fue Biri Biri. “El segundo gol que encajamos fue un fallo de Cruyff”, dijo el técnico.
A los años, ‘Milonguita’ Heredia, que jugó por Rexach y fue sustituido junto a Cruyff, contaría los entresijos de aquel día. “Weisweiler nos cambió. Cruyff le escupió y le llamó ‘hijo de p...’. En el vestuario, el alemán se encendió un cigarrillo y Johan le dijo a González, el delegado: ‘Si sigue Weisweiler, Cruyff no juega”.
Al día siguiente comenzó el cruce de acusaciones. “El técnico no tiene ideas ni criterio”, argumentaba Cruyff. Wesweiler contestaría: “Entrenar al Barcelona no es difícil, trabajar con Cruyff, sí”.
Tras no jugar Cruyff en Salamanca, en Copa, el enfado del holandés subió de temperatura: “Me voy del Barça. He pedido la baja pero Montal no me la ha dado. Cumpliré contrato hasta el 30 de junio”.
A la mañana siguiente, Weisweiler fue insultado por la afición culé en el entrenamiento. Neeskens se sumó al apoyo: “Si Cruyff no juega, yo tampoco”.
En popularidad, Cruyff no tenía rival. Las peñas blaugranas organizaron una manifestación en La Masía en apoyo a Cruyff. Histórica fue la pancarta de “Abuelito W.W. a Los Alpes; Heidi Cruyff a La Masía”. Por aquel entonces, a Weisweiler le apodaban ‘el abuelo’.
No se habían cumplido dos meses de conflicto, cuando el 2 de abril Weisweiler presentaba su dimisión. Heredia relató su despedida: “Saludó a todos: Neeskens, Krankl... Hasta llegar a Cruyff. Le tendió la mano y Johan cruzó los brazos. No se la estrechó”.
Laureano Ruiz, entrenador del juvenil, cogió al equipo hasta final de temporada. El 30 de junio, Rinus Michels volvía a ser el técnico del Barça.