De las Cuevas al rescate de un Osasuna que pidió la hora

Miguel de las Cuevas cumplió con su condición de referencia en Osasuna. El alicantino remontó él solito un partido turbio del cuadro navarro. Turbio porque el dominador no fue el ex Primera, sino el recién ascendido. Quizá fuera cosa de las bajas. Quizá, del letargo que provocan las vacaciones. El caso es que los rojillos sufrieron mucho. Muchísimo.

Delante, un Leganés que no padeció el vértigo de jugar en El Sadar. Más al contrario, se vino arriba desde los primeros minutos. Mientras Borja Lázaro castigaba a Vujadinovic, Aguirre y Soriano hacían lo propio con Sisi. La pelota era blanquiazul. También las ocasiones. Tanto, que los de Garitano merecieron irse al descanso con victoria. Mantovani mandó al poste una buenísima oportunidad en el 29’.

Poco después de la reanudación, los pepineros se permitieron el lujo de adelantarse con un contragolpe que Borja finalizó, pero que ejecutaron como si de un videojuego se tratase Alberto Martín y Álvaro García. Entonces De las Cuevas decidió echarse a los suyos a la espalda. En diez minutos volteó el marcador gracias a dos jugadas aisladas. Primero, con un disparo seco desde la frontal que pilló por sorpresas a Serantes. Después, finalizando una acción personal en la que la suerte tuvo mucho que ver. Su remate entró desviado porque tocó en Postigo y Mantovani.

El Lega acusó el golpe anímico, pero no desistió. Álvaro, en el 87’, tuvo en el 2-2, pero David García evitó el tanto. El Sadar que acabó pidiendo la hora frente a un rival que mereció, cuanto menos, el empate.