GRANADA
El Granada ‘Matagigantes’ se reunió para despedir a Chikito
Muchos compañeros acudieron al cementerio de San José para darle el último adiós tras su trágica muerte. Sus cenizas reposan en el panteón de Granadinos Ilustres.
Chikito siempre tuvo la capacidad de reunir a sus amigos con un chasquido de dedos. Aunque muchos ya lo habían olvidado, llegó a Granada para jugar al fútbol a finales del año 73, para enrolarse en el mejor Granada de la historia. En aquel apodado ‘Matagigantes’ por haber derrotado a los grande del balompié nacional y hacer de Los Cármenes un feudo colosal. Muchos de aquellos compañeros le rodearon ayer para despedirle tras su trágica y repentina muerte. Hasta Enrique Porta, el pichihi de la Liga 71-72, llegó de Zaragoza para abrazar a su familia y reencontrase con tanta gente del fútbol en torno a Luis Oruezábal. Pedro Fernández, Antonio Martos, José Antonio Grande, Castellanos, Aguilera, Santi, Díaz Vaquerizo y hasta el presidente que le fichó, Cándido Gómez Álvarez, todos unidos otra vez por aquel argentino que tanto les enseñó y les quiso. Y también acudieron el alcalde de Granada, la Delegada del Gobierno, toda la familia hostelera de Granada y cientos y cientos de amigos que expresaron dolor y gratitud.
Luis Oruezábal, el mismo que gambeteaba en la banda y anotó muchos goles de rojiblanco a las órdenes de Miguel Muñoz, el mismo que para comprar el mejor pescado para su restaurante acudía al mercado a las cinco de la mañana, y que luego se colocaba el mandil para atender las mesas. Ahora, siempre con proyectos, quería recuperar para Chikito la tertulia del ‘Rinconcillo’, que así se llamaba la que en los años 20 y 30 frecuentaban ilustres de la época como Lorca o Falla donde justo hoy esta su restaurante llamado entonces Café Alameda. El Ayuntamiento le nombró en mayo Hijo Adoptivo de Granada y descansa ya para siempre en el panteón de Granadinos Ilustres del cementerio de San José. Sí, nació en Buenos Aires, pero era de Graná hasta la médula.