Ancelotti: "Estoy demasiado bien. Mi historia en el Madrid seguirá"

Enero. Di María hace un gesto obsceno al Bernabéu: “Un momento de nerviosismo que pudo haberse gestionado mejor. Pidió disculpas y asunto cerrado, tanto dentro como fuera. En cualquier caso, en enero ganamos ocho partidos de ocho, todas sin encajar un gol. Estábamos en medio de una racha de 31 partidos sin derrotas. Mejor no se podía empezar2014”.

Febrero. Victorias sobre el Atlético en Copa y goleada al Schalke: “Utilizamos el empuje de enero y ganamos muy bien al Atlético, con el que habíamos perdido el derbi de Liga en septiembre. Comenzamos a tener conciencia de nuestra fuerza. El éxito en Alemania se refuerza también en clave europea”.

Marzo. Dos derrotas seguidas, con Sevilla y Barça, y lesión de Jesé: “Un medio desastre. En cualquier caso, lo más grave fue la desgracia de Jesé. Estábamos llegando al final de la estación cortos de efectivos y, si hubiéramos contado con él, según mi opinión la Liga hubiera acabado de otro modo. La derrota con el Barcelona fue inmerecida y bien digerida. No nos paralizó, no hubo pánico: llevábamos 31 partidos sin perder”.

Abril. Triunfo con susto ante el Borussia, primera victoria en Múnich y la Copa: “Lo dije en Marrakech. La clave de la temporada estuvo en la victoria en la final de Copa frente al Barcelona, que nos había batido dos veces en la Liga. Una final vivida con gran aprensión. Y estábamos sin Cristiano. Fue la primera vez que utilizamos el 4-4-2 en fase defensiva. Y la victoria de Valencia nos sirvió para Mónaco, donde preparamos el partido del mismo modo: 4-4-2 en defensa, 4-3-3 en ataque y disfrutando del contragolpe. El 0-4 del Allianz es inolvidable. En mi ránking es sólo comparable con el 3-0 del Milán al United en 2007. Partido perfecto aquel de Múnich”.

Mayo. Dos puntos de nueve en Liga, el Atlético campeón y la Décima: “En la Liga pagamos los esfuerzos de la Champions y una serie de infortunios: la temporada fue larguísima. A Lisboa fuimos con una gran convicción, algo que yo no he perdido nunca: no ganas 0-4 en Múnich sino es tu año. La final no podía escaparse. La motivación era fortísima. Hablábamos de obsesión por la Décima. Cuando Ramos empató falta un minuto y diez segundos, un montón de tiempo… Victoria merecida”. 

Julio. Fichajes de Kroos y James: “El mediocentro era un objetivo y si se presentaba la oportunidad no podíamos dejarla escapar. Después Di María comenzó a enrabietarse y tuvimos también la oportunidad de fichar a James. Sé que todos pensábamos que era un jugador diferente, pero yo, que le había seguido cuando estaba en el Oporto, también sabía de su capacidad dinámica. Un cualidad que en un gran Mundial había explotado, pero yo sabía que en su ADN tenía dotes de gran resistencia”.

Agosto. Las dos Supercopas y las salidas de Xabi, Di María y Diego López: “Diego López encontró una solución óptima. Xabi quería salir y por lo que nos había dado era justo contentarle. Se dice que Xabi es más bravo que Kroos a la hora de defender. Puede ser, pero Toni es inteligente y ha comprendido lo que debía hacer. El Mundial condicionó la preparación: la Supercopa europea la preparamos bien, pero para española no había tiempo y el desafío con el Atlético exigió un esfuerzo físico superior a lo normal”.

Septiembre. Derrotas con Real Sociedad y Atlético. Pánico: “Para vosotros. Uno de los mejores tramos de un partido del Real Madrid este año lo jugó ante la Real en Anoeta. Media hora fantástica. Luego fue una desbandada, pero sabíamos que era el material óptimo sobre el que trabajar. El problema era el equilibrio y bastó relocalizar a los jugadores en algunas cosas y empezamos la gran racha de victorias consecutivas. La marcha de Xabi Alonso y Di María no fue un problema de jugadores sino de juego: se había perdido la voluntad de defender, se pensaba que todo era fácil”.

Octubre. Victorias sobre el Madrid y el Barcelona: “Si en septiembre habíamos pagado las secuelas del Mundial, en octubre el equipo empezó a volar. Los nuevos se integraron, adquirieron automatismos, nos abrochamos el cinturón”.

Noviembre. Victoria número 16, récord en el Madrid: “Antes del récord no habíamos hablado de él, y hoy tampoco es argumento de discusión. Estas victorias sólo son válidas hasta cierto punto: no ganas la Liga o la Champions y estas victorias se van al infierno. La pasada temporada estuvimos 31 partidos sin perder. Luego caímos ante Barça o Sevilla y adiós la Liga”.

Diciembre. Mundialito y cuarto título en un año, algo que nunca logró el Madrid: “No lo sabía. El dato me sorprendió y me llenó de orgullo. Porque en 2014 entramos en la historia de este inmenso club y queremos continuar. Cada uno tiene su propia ambición y para mí es más importante hacer historia que vencer en cualquier parte. Hemos llegado a 18 trofeos internacionales, como el Milán: he entrenado a dos equipos que han hecho historia en el fútbol mundial. Estoy ligadísimo al Milán y lo estaré al Madrid cuando me vaya. Pero queda tiempo. La situación de la renovación de mi contrato es clara: no sé cuando, pero llegará. Estoy demasiado bien a todos los niveles. Mi historia aquí continuará”.