Catalunya se reivindica en San Mamés con un fantástico Xavi

No fue un amistoso más. El partido que Euskadi y Catalunya disputaron en San Mamés fue una fiesta de reivindicación en la grada y en el césped. A las ganas de ambas aficiones de reclamar un espacio para sus potentes combinados se sumó un sobresaliente espectáculo de fútbol. Sobre todo, el que protagonizó el equipo catalán hasta que la leyenda Xavi Hernández dejó el césped a la hora en loor de multitudes. Si no llega a ser por un soberbio Iraizoz, los de Gerard López hubiesen llegado a endosar a sus rivales una ‘manita’ de goles.

El arranque no fue así. La selección vasca entró lanzada al partido. Aduriz cazó un balón suelto en el área tras disparo de Capa y batió a Casilla por bajo. A renglón seguido, rozó el segundo después de que el ariete del Athletic hiciese un traje a Piqué y diese el pase de la muerte a Ibai, que lo mandó fuera por poco.

Fue un espejismo. Catalunya tenía problemas defensivos jugando con tres atrás y, pasado el chaparrón inicial, se puso a mover la pelota al nivel que sabe con Xavi mandando y un desequilibrante Deulofeu, que dio un centro que no fue gol de Jonathan Soriano por una gran salida de Iraizoz. Sergio García también obligó al meta a una buena parada, y magnífica fue su tercera mano a disparo envuelto del crack del Salzburgo. El empate se mascaba y no llegaría hasta tres ocasiones después. Deulofeu mandó a la madera un disparo cruzado, a Soriano le anularon mal un gol por fuera de juego y, por fin, Sergio García hizo el 1-1 tras tumbar a Iñigo Martínez con un recorte y cruzar la pelota a la red con la zurda.

Otra más. Xavi dejaría otra perla antes de irse, un servicio interior de fantasía a Sergio García, que no logró superar a Iraizoz en el mano a mano. Los locales apenas inquietaron. Sin estrellas ya, el espectáculo sólo fue de la grada.