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Real Madrid

La Dubai Challenge Cup se llamará Trofeo Bernabéu

El pequeño Nicolás llevó las negociaciones, que evitan que 2014 termine sin reparar un descuido fatal. El Milán no puso pegas cuando le propusieron cambiar el nombre.

Francisco Nicolás se sentó detrás de Florentino Pérez en la final de la Supercopa de España 2012, un Madrid-Barça que ganaron los blancos con remontada.

El Trofeo de Dubai que enfrentará al Madrid y al Milán el próximo martes 30, se llamará ‘Trofeo Santiago Bernabéu’, tras insistentes gestiones del club con la organización. “No podíamos consentir que se cerrara el año sin que se celebrara el tradicional campeonato que lleva su nombre”, dijo una fuente del club. Este de 2014 hubiera sido el primer año en que no se celebrara desde su creación, por parte de Luis de Carlos, allá en 1979. Según ha trascendido, el pequeño Nicolás viajó en persona, enviado por el club, para realizar las gestiones.

El nombre previsto en principio para este torneo era el de ‘Dubai Challenge Cup’. Pero alguien cayó en el descuido de que se iba a completar el año sin celebrarse el tradicional Trofeo Bernabéu, instituido para perpetuar la memoria del hombre clave en la historia del club. Al decir de algunos testigos, habría sido el propio pequeño Nicolás, asistente ocasional al palco del Bernabéu, quien advirtió a Florentino del descuido, lo que hizo que este entrara en cólera con sus más directos colaboradores: “¡No puedo estar en todo! ¡No puedo hacer los fichajes, camelar a los políticos para retrasar el reparto común de televisión y encima estar en los detalles! ¿Para qué os tengo?”.

La excusa de que no había fechas por el exceso de compromisos fue rechazada de plano por el presidente. El Madrid tuvo libre la última semana de agosto, aparte de que bien hubiera podido aprovechar la fecha del encuentro en Polonia el 16 de ese mes contra la Fiorentina para el Trofeo Bernabéu. La excusa de que el torneo llevaba años siendo deficitario tampoco le sirvió: “¡No podemos presumir de ricos constantemente y ahorrar en esto, justamente en esto, el enaltecimiento de la memoria de Bernabéu! ¡Y encima ahora, que vamos a rodear el nombre del estadio de reclamos publicitarios! ¿No veis que la gente va a pensar que queremos borrar su recuerdo, que yo tengo celos de él?”.

Las primeras gestiones por correo electrónico fueron rechazadas. Tampoco resolvieron nada las llamadas telefónicas ni la presencia en persona de dos altos ejecutivos del club. Todo fue en vano hasta que el pequeño Nicolás se ofreció a mediar. “Tengo experiencia en estas cosas”, les dijo. Y aceptaron.

Su empeño en el asunto fue tal que dejó colgados varios encargos de gravedad: el asunto de los Pujol, por ejemplo, que sigue colgado; la entrega de las armas por parte de ETA; el indulto de Núñez, si bien le dio tiempo de conseguirle un permiso para pasar la Navidad en casa; el acercamiento entre Lopera y la jueza Alaya; el nuevo encaje de Esperanza Aguirre en el PP; las fricciones entre Susana Díaz y Pedro Sánchez; la aplicación de la ‘doctrina Botín’ a la Infanta Cristina, tema para el que el juez Castro está duro… “Todos entenderán que la memoria del Patriarca Blanco merece este esfuerzo. La situación es dramática, porque el año termina. Es ahora o nunca. No puede terminar 2014 con este desdén a su recuerdo”.

No han trascendido los detalles de las personas con que se encontró, pero sí que llegó “a lo más alto”. Previamente, pactó con el Milán, que no puso pegas. El Milán jugó varios años el Trofeo Bernabéu, en la época de Mendoza, que tuvo tanta admiración por el club italiano que acabó por copiarle las torres de acceso en las esquinas del campo.

Sí contó a su regreso que cuando ya estaba resuelto el problema, un erudito presente en la última reunión arrojó bruscamente un argumento difícil de combatir. Recordó que Bernabéu se llamaba Santiago y que la advocación de Santiago es ‘Santiago Matamoros’ y se le representa cabalgando sobre su caballo blanco sobre soldados musulmanes en la batalla de Clavijo, en la que habría aparecido milagrosamente para cambiar el curso de la misma a favor de los cristianos. El pequeño Nicolás salió del apuro diciendo que eso era en otro tiempo, que Bernabéu siempre fue más bien laico, que el propio nombre de Madrid es de origen árabe (Majerit) y que ahora mismo el club, como se sabe, no ha tenido ningún inconveniente en quitar la cruz de la corona del escudo cuando se le requiere en el mundo islámico. Y añadió que podría influir en Obama para las fluctuaciones del precio del petróleo, porque su amistad con el Papa y los Castro le tendían un puente fácil en esa dirección.

Con eso quedó resuelto. Florentino, feliz, reunió a sus colaboradores, le puso como ejemplo y le reiteró su invitación para cuando quisiera (y pudiera moverse libremente) seguir acudiendo al palco del Bernabéu. Incluso le ofreció el saque de honor para el próximo derbi copero, en caso de que esté en disposición de hacerlo.