Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

Abraham García

“Torres era un inconformista, marcaba tres y quería más”

Era su entrenador en el Juvenil A cuando lo llamaron para entrenar y debutar con el primer equipo. Ambos se guardan un gran cariño: “Teníamos un ‘feeling’ especial”, comenta.

Abraham García era el entrenador de Torres en el Juvenil A rojiblanco.
Abraham García era el entrenador de Torres en el Juvenil A rojiblanco. Dani Sánchez

—Regresa Torres al Atlético, un jugador que usted conoce a la perfección…

—En este período navideño y con la llegada de Papá Noel, es un regalo magnífico para los atléticos. Refuerza a un equipo que tiene que competir con los más grandes.

—¿Qué le puede dar a este equipo del Cholo?

—Se va a adaptar perfectamente. El Atlético corre mucho, es generoso en el esfuerzo y lo dan todo. Fernando va a encajar. A nivel más técnico, el Atleti tiene un delantero de área como Mandzukic, un rematador. Pero cuando el equipo se repliegue Torres le va a venir muy bien, es de los mejores del mundo. Si el Cholo se ha empeñado en traerlo es por algo. Viene al Atleti después de ganarlo todo y regresa muy maduro. Siempre fue un hombre de retos. Esta decisión me parece acertadísima. Siempre quiere más y venir al Atleti vuelve a ser un reto. Se le va a exigir mucho, pero como a todos. Pero el primero que se va a exigir es él. De pequeño era un inconformista total. Cuando marcaba tres goles quería más. Ahora estará igual.

—¿Se acuerda de la primera vez que lo vio?

—Era un niño, que luego así le apodaron. Era espigado, venía del Cadete y de haber despuntado en la Copa Nike. Le vi con mucha fuerza y energía. Estaba tocado por la varita e iba derribando retos día a día. Tiene una mente prodigiosa y por eso ha sido de los mejores.

—¿Sabía que llegaría la élite?

—A él le vino muy pronto. El equipo en Segunda necesitaba algo y él apareció. Pronto se convirtió en icono y capitán. En el Madrid está Cristiano, en el Barça, Messi y en el Atlético, Torres. Eso es una responsabilidad. Muchos tienen talento, pero se quedan en el camino.

—¿Recuerda cuando le llaman para entrenar con el primer equipo?

—Había hecho un Europeo brutal, siendo máximo goleador y marcando en la final. Llegó y todo fue muy deprisa. Cantarero, entrenador del primer equipo, le conocía desde abajo. Le metieron y dio un plus. Debutó pronto y marcó pronto. Se subió a un coche de gran velocidad y lo pilotó fenomenal. Probablemente no haya un delantero mejor para reforzar al equipo.

—Siempre habla con cariño de usted…

—Él siempre fue agradecido. Tuve un feeling especial cuando llegó a mi equipo. Y me ayudó a vivir los mejores momentos en las inferiores del Atleti. Por lo menos no lo estropeé.

—Pasó de la grada al césped del Calderón...

—Sólo alguien con mucho talento lo podía aguantar. Su familia fue muy importante. Siempre ha mantenido un cóctel: fútbol y familia. Lo soportó muy bien con rendimiento sobre el campo.

—¿Recuerda alguna anécdota con él?

—Era jovencito, un poco espabiladillo. Decía: “Voy a meter goles”, y los metía. Siempre quería más. Yo bromeaba con él. Le decía que si no triunfaba en el fútbol sería un gran modelo.