XIX TORNEO INTERNACIONAL LA LIGA PROMISES
El Valencia, campeón en Arona
El equipo ché superó en la final al Atlético y sentenció con un doblete de Ferhat. Se proclaman campeones por primera vez del Torneo Internacional.
Termina 2014, año de ilusiones renovadas para el Valencia, y en Arona sus infantiles invitan a subirse a esta ola de optimismo. El equipo che se guardó su mejor actuación para la gran final y es el campeón de La Liga Promises por primera vez, tras varios años rozándolo y casi siempre presentando un equipo de lo más competitivo.
El duelo final fue espectacular, a la altura de lo esperado, o incluso mejor por la intensidad que pusieron los chicos, sin miedo a agotarse antes de tiempo. El Valencia brilló en todas sus líneas y promete alegrías. Ferrán, la punta de lanza, se creció y demostró ser un delantero completo, que marca, asiste y juega en equipo. Sorprendieron los laterales, Jacob y Dani, hábiles y con mucho descaro para encarar. Dani fue quien se inventó la jugada del 0-1, desbordando por la derecha a quien le saliera al paso y sirviéndole el tanto a Ferrán.
Picado en su orgullo, el carrilero del Atleti, David López le replicó con una acción similar: avanzó por la derecha y tocó para Mario, que con un control genial y un disparo cruzado igualó en el 12’. El partido estaba roto y a Miguel y Charly, los porteros, se les acumulaba el trabajo. Y de tanta ida y vuelta se aprovechó el genial Ferhat. El 10 es frío, hace virguerías con el balón y además es decisivo. En una contra del Valencia, Ferrán condujo, se llevó a los defensas con él y tocó para la llegada del turco, que fusiló y puso el 1-2.
Al Atlético le costaba encontrar a su goleador Erik, aunque por detrás movían bien el balón Mario, Alberto y Marcos. Los dos finalistas presentaron grandes centrocampistas de futuro. El Valencia, además de Ferhat, cuenta con el trabajo silencioso de Pedro y la brillantez de Óscar, el mejor del fin de semana en Arona y un pequeño genio del fútbol de toque.
Tras el descanso aumentó más el ritmo y el Valencia logró el tercer gol en otra maravilla de Ferhat, entregado a dar espectáculo: recibió en la frontal, regateó y disparó con fuerza, imparable para Miguel, el mejor portero del torneo que también se lució en la final pese a los tres goles recibidos. Otros se hubieran rendido con el 1-3, pero el Atleti no. Marc se hizo un eslalon genial, pero Charly le tapó el 2-3 que también buscaron Mario y Alberto.
El Valencia se sintió ya ganador y se divirtió sobre el campo. Un triunfo peleado y merecido que les hace cumplir el sueño con el que llegaron ilusionados hace unos días a Arona. El valencianismo tiene un buen motivo para la ilusión con esta generación de 2002, el mejor equipo de un Mundialito para enmarcar.