BARCELONA
Benedito: "Veo a Faus como el candidato continuista"
Agustí Benedito conoce muy bien las interioridades del Camp Nou y sabe quién es quién en la Junta presidida por Bartomeu. Mantiene vivo su sueño de ser presidente del club.
¿Qué escenario prevé a nivel institucional en 2015?
—La situación es clara, el 80 % de los socios piden a Bartomeu elecciones, que legitime el cargo y cubra el déficit democrático de su mandato.
—Da la sensación de que la junta aguantará mientras el equipo mantenga al club...
—Bartomeu basa el blindaje de la junta en que los resultados del primer equipo le vayan extraordinariamente. Sobre los jugadores recae el peso de la competición y también la estabilidad de la institución.
—¿Cree que esta estrategia es consensuada?
—Hay miembros de la junta que están a favor de legitimarse a través de las urnas.
—Hace ya un año que se fue Rosell, ¿ya sabe por qué?
—Es un elemento, no el principal, que añade inestabilidad. Que no lo expliquen aporta un plus de incertidumbre.
—La junta quiere acometer varios proyectos que pueden hipotecar la obra de gobierno de próximas juntas. ¿Cómo lo valora?
—Es muy evidente que una presidencia que tiene este déficit de legitimidad no puede tomar decisiones de este calado.
—Empecemos por el Espai Barça.
—Ninguna decisión que se tome sobre la reforma del estadio condicionará. No tienen tiempo para tomar decisiones irreversibles. El calendario político no les ayuda.
—¿El contrato de Nike?
—Es uno de los más importantes, pero no tienen obligación de renovarlo en el primer trimestre del 2015. Caduca en 2018.
—¿Patrocinio de la camiseta?
—Qatar de ninguna manera debe ser nuestro esponsor. Hemos de distanciarnos al máximo de este régimen.
—La junta actual se está distanciando del emirato...
—Este discurso es creíble, han tenido y tienen intereses muy importantes con el gobierno de Qatar. Todo es táctico y preelectoral.
—Habla de Faus.
—De Rosell de manera rotunda y también de Faus. Eso le ha provocado una querella. El día 17 tuvimos una conciliación que no se llevó a cabo. En la defensa de la verdad no hay amenaza que valga, en las elecciones de 2010 ya dije que Rosell había firmado con los Boixos y tardamos tres años en ver el documento. Y si voy más atrás, también denuncié lo de Uzbekistán que se probó tres años después. Cuando digo que Faus ha tenido o tiene intereses en Qatar y él lo niega no dice la verdad.
—¿Cómo valora la seguridad en el Camp Nou?
—El origen de todo es el vergonzoso acuerdo con los Boixos de Rosell y su junta. Laporta estuvo acertado, la junta de Rosell no estuvo a la altura en este asunto. Nunca han abandonado el estadio. Han tenido relaciones no aceptables con este grupo y han estado jugando con fuego.
—¿Al equipo le afecta todo este ruido?
—No afecta al equipo, al revés sí. Ahora vendrán meses trascendentes donde nos jugamos la supervivencia. Unos malos resultados provocarían una auténtica catástrofe institucional.
—Usted presentó hace unos meses una encuesta en la que Bartomeu se estancaba y Laporta se disparaba, ¿continúa esa tendencia?
—La encuesta la realizamos poco después de que saliera la sentencia de la Acción de Responsabilidad interpretada como favorable a Laporta, que tiene asegurado un 20 ó 25 % de socios que le son fieles. En ese contexto subió diez puntos en estimación de voto. Laporta, si se presenta, será uno de los oponentes a batir, quizá el principal.
—¿Y Bartomeu?
—Bartomeu y Rosell no es que se estanquen, es que van claramente a la baja y están por debajo del 20 por ciento. Lo que pasa es que no tengo claro que en unas elecciones Bartomeu sea el candidato de la junta continuista. En caso de dificultad hay otra persona preparada para encabezar la lista desde dentro de la junta.
—¿A quién se refiere?
—A Javi Faus y me consta que podría ser el hombre que encabezaría una lista continuista. De eso ya se ha estado hablando.
—¿Ve en los socios desencanto sobre la política deportiva?
—En su descargo hay que decir que venimos de una época casi irrepetible. Esta junta heredó a nivel deportivo el mejor equipo de la historia y no sólo no lo mejoraron si no que ni siquiera lo gestionaron. La gente, además, percibe que cambia la política de cantera.