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ATHLETIC 1 - ATLÉTICO DE MADRID 4

Griezmann silencia La Catedral

El francés lideró la remontada del Atlético con un hat trick en la segunda parte. Hasta el descanso mandó el Athletic con gol de Rico. Raúl García marcó un penalti que no era.

Griezmann silencia La Catedral
Juan Manuel Serrano ArceGetty Images
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Cuando más le necesitaban, apareció Griezmann. Y de qué forma. Tres goles del francés en la segunda parte permitieron al Atleti remontar un partido en el que no apareció hasta el descanso. El Athletic le tuvo groggy durante los peores 45 minutos de los de Simeone en mucho, mucho tiempo. Pero sólo le hirió con un gol de Rico y le dejó llegar vivo al vestuario. Allí cambio todo. En un momento crítico, sin Koke ni Mandzukic, perdiendo y con la amenaza de que la negatividad creciente oscureciera su Navidad, el Atleti volvió a demostrar el carácter que le ha hecho grande. A los 29 segundos de la reanudación ya había empatado. El resto fue cuesta abajo, empujado por el show de Griezmann y el esperpento de Hernández Hernández, un árbitro que logró lo imposible: ser peor que la media.

A las bajas conocidas (Iturraspe, Laporte y los comentados Koke y Mandzukic) se sumó a última hora Miranda, con una sobrecarga. Viendo como está Giménez, problema menor. Lo de Koke ya es otra historia. Sin él, sólo Arda intentaba bajar la pelota mientras sus compañeros corrían como pollos sin cabeza. El Athletic, mucho más centrado, se imponía en cada salto, cualquier balón suelto era suyo. Más intensidad y más fútbol, que tuvieron premio pronto. A los 17 minutos, Raúl García hizo una falta incomprensible a un Aduriz que no podía esperar por nada mejor. La sacó, perfecta, Susaeta y Mikel Rico cabeceó a placer, aprovechando el despiste en la marca de Raúl García. El cazador cazado.

No hubo reacción visitante. Griezmann y Arda se desesperaban, abandonados a su suerte: Saúl, Tiago y Gabi no daban un pase al compañero; Siqueira ofrecía vía libre por su banda y hasta Godín fallaba como si fuera humano. Al Athletic le faltó una pizca de determinación y bastante pausa para sentenciar el partido. Pudo hacerlo Aduriz, pero tras liársela a Godín y Giménez, pifió el remate, sólo ante Moyá, ante la aparición in extremis de Siqueira. El 1-0 al descanso era bueno para el Atleti.

Y lo demostró a toda velocidad. En 29 segundos que juntaron lo peor y lo mejor del fútbol. Una sucesión de pelotazos provocó ocho pérdidas seguidas entre ambos equipos antes de que el Atleti bajase el balón y se hiciera la luz con una serie de toques rápidos y precisos: Tiago, Raúl García, Gabi, Arda, Raúl García, centro de Juanfran y cabezazo perfecto de Griezmann, que va por arriba mucho mejor de lo que su altura indica.

El Athletic ya no se levantó. Tampoco le dejó el árbitro, que en el 52’ pitó un penalti inexistente de San José a Tiago. Como el Atleti estrenaba su equipación gris claro, esa que da en blanco, la red se llenó de chistes sobre el color de su camiseta y el penalti por piscinazo. No hicieron ninguna gracia en Bilbao. Normal. Raúl García puso el 1-2.

El Athletic sólo soñó con el empate en un remate manso de Aduriz en un córner, pero su impotencia se reflejó en una entrada salvaje de Muniain a Giménez, sin balón y buscando pisarle la rodilla, que no supuso drama de puro milagro. Hernández Hernández le perdonó una roja casi educativa.

El tramo final completó la noche grande de Griezmann, que marcó el 1-3 en el 74’, tras un robo de Arda y un gran pase de Gabi. El control del francés fue de categoría y la definición acompañó. Y ya en el 81’ se juntaron los dos protagonistas de la noche. Griezmann intentó regalarle un gol a Raúl García, que no atinó y el francés, en claro fuera de juego, remachó. El árbitro y su banda, en Babia. Era la puntilla a una remontada que pone el broche que merecía este maravilloso 2014 del Atleti. Un año inolvidable.