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CELTA 0 - ALMERÍA 1

JIM se estrena con una victoria y Nolito falla un penalti

Hemed marcó el único tanto en el minuto 16 en el estreno liguero de JIM con el Almería. El meta Julián paró un penalti lanzado por Nolito.

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JIM se estrena con una victoria y Nolito falla un penalti
ASTV

Parece ya una cuestión de meigas el problema del Celta con el gol. Que un equipo tan ofensivo como el vigués sume 576 minutos sin anotar resulta paranormal. Ayer, a pesar de la extraordinaria actuación del meta Julián y el sensacional trabajo defensivo del Almería, la fortuna le volvió a hacer la zancadilla al conjunto de Berizzo. Ni de penalti consiguió romper la sequía. Y la cruceta repelió una falta directa magistralmente ejecutada por Orellana. Todo son palos para el Celta desde que venció al Barça. La maldición del Camp Nou continúa vigente. El Almería se adelantó gracias al contragolpe perfecto. Robo y salida endiablada de Ximo Navarro, conducción veloz de Edgar y centro peligroso al corazón del área. Fontàs duda y acaba realizando una nefasta cesión con el pecho hacia su portero. El balón iba directo a la red sin que Sergio pudiera evitar el desastre, pero Hemed se presentó en línea de gol para empujar y asignarse el tanto. JIM ya tenía el partido en el guión que había soñado.Con la desventaja en el marcador, dos jugadores asumieron toda la responsabilidad en el cuadro local: Cabral apagaba los incendios atrás y Orellana trataba de encender la mecha. La reacción comenzó, precisamente, con un centro del extremo desde el córner y un potente remate de cabeza del central. Ahí empezó la exhibición de Julián.

Un muro. La zaga del Amería se mostró muy sólida en el estreno de Juan Ignacio en el banquillo en Liga. Y por si acaso, Julián siempre estaba presto al rescate. Si la lesión de Rubén había generado dudas sobre si acudir al mercado de invierno en busca de un portero, el curriculum que dejó ayer sobre la mesa el debutante disipó todas las dudas. Solo se quedó bloqueado en una falta directa que ejecutó Orellana. En esa ocasión, la cruceta trabajó en su lugar. Eran los minutos de acoso celeste. Poco después se vio obligado a interceptar un cabezazo de Charles y mediado el segundo acto tuvo un cara a cara con Nolito. El artillero olívico desenfundó desde los once metros, pero Julián salió triunfante. Sacó la mano más rápido que nadie y hundió al Celta en su propia crisis. Ese error hundió moralmente a los vigueses. De hecho, Thievy estuvo a punto de sentenciar el partido a la contra. Los minutos de sequía empiezan a pesar en el cuadro vigués. Ya son 576 y el reloj sigue contando... El Almería, mientras, empieza a respirar.