CRUZADA ANTIVIOLENCIA
Villar se refugia en Alejandro Blanco en su crisis con los ultras
La Federación emite una nota de agradecimiento al presidente del COE, que defendió al de la RFEF y atacó al Gobierno. Blanco y Villar evitan a Cardenal en una comisión del CSD.
En pleno debate sobre la inacción federativa en la cruzada antiviolencia, la RFEF emitió una insólita nota de apoyo a unas declaraciones de Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español (COE), contra la política deportiva del Gobierno y en defensa de Ángel Villar. La Federación manifiesta, en el comunicado publicado en su página web, “su total apoyo y conformidad” con Blanco y “agradece el ofrecimiento” de “mediar” entre ambos organismos “si fuera necesario”.
Blanco, también en guerra con el Consejo Superior de Deportes, había arremetido el día anterior contra lo que considera un excesivo intervencionismo del Gobierno en materia deportiva y también había defendido la criticadísima suspensión de la reunión de la Comisión Delegada de la Federación en la que debía aprobarse el endurecimiento del código disciplinario en materia antiviolencia: “Nadie puede dudar del compromiso de Villar. Si está con Blatter o Platini es porque defiende al fútbol español. Esa es su misión”.
Poco antes, la delegada del Gobierno en la capital, Cristina Cifuentes, había salido en tromba contra Villar en Telemadrid. Tras calificar su actitud como “una vergüenza” y sugerir que debería abandonar el cargo por su “dejación de funciones”, señaló: “El presidente de la Federación no aparece y eso es una irresponsabilidad absoluta. No sé qué cosas le parecerán a Villar más importantes que esta. Este señor está por ahí de viaje y yo espero que el Gobierno ejerza las acciones sustitutorias debidas”.
Ayer mismo, Cardenal, Blanco y Villar debieron haberse visto las caras en la Comisión Directiva del CSD que preside el primero y de la que son miembros los otros dos. Villar, uno de los seis representantes de federaciones (tres olímpicas y tres no olímpicas), no asistió porque lleva en Marruecos desde el domingo, pese a que el Comité Ejecutivo de la FIFA, del que es vicepresidente, no comenzó hasta ayer por la tarde. Y tampoco asistió Blanco, cuya última presencia en ese órgano del CSD se remonta a septiembre de 2012. Villar y Blanco forman parte de una especie de alianza implícita contra la Ley de Transparencia que entró en vigor el 11 de diciembre y que obliga a todos los organismos que reciben subvenciones de la Administración a hacer públicos contratos, cuentas y sueldos. Para no ser fiscalizada, la RFEF ha renunciado a la subvenciones anuales del CSD durante los tres últimos ejercicios y recientemente a ayudas al deporte femenino e incluso al 1% de las quinielas, lo que ha generado una fuerte división entre las territoriales, después de dos plantones al CSD.
Las cuentas de la Federación son auditadas por dos empresas: BDO, por encargo del CSD, y Gescontrol Auditores, presentada por la propia RFEF como independiente. Esta última fue sancionada por el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas en 2007 por una infracción muy grave “en relación con el deber de independencia de los auditores de cuentas, con motivo de los trabajos de auditoría realizados a la entidad Mutualidad de Previsión Social de Futbolistas Españoles (dependiente de la RFEF) a prima fija”.