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CRUZADA ANTIVIOLENCIA

La Policía registró el bar donde se reúne el Frente Atlético

La Policía registro hoy el bar Río Duratón, lugar de encuentro de los miembros del Frente Atlético. Un bar conocido para las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y el mundo Ultra.

La Policía registró a lo largo del día, dentro del marco de la operación Neptuno, el bar Río Duratón, lugar de encuentro de los miembros del Frente Atlético. Un bar conocido para las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y el mundo Ultra.

Sucedió hace casi un año, el 31 de diciembre. En el bar Río Duratón habían quedado varios miembros del Frente Atlético en un ambiente festivo horas de que cada uno se marchase a sus domicilios a celebrar la Nochevieja. Sobre las seis de la tarde, varios coches frenaron bruscamente alrededor de la puerta y de ellos comenzaron a bajarse una docena de seguidores de Ultras Sur armados con navajas, cuchillos, bates de béisbol y defensas extensibles. Los seguidores madridistas pillaron desprevenidos a los rojiblancos, a los que nada les hacía pensar que pudieran sufrir un ataque sorpresa en su propio territorio, irrumpieron en el local y se liaron a mamporrazos.

La pelea apenas duró unos minutos. Tres hinchas rojiblancos (dos hombres y una mujer) resultaron heridos, aunque ninguno de gravedad. Un chico tenía un corte (de cuchillo o navaja) en una pierna, otro presentaba una herida en la cabeza y la chica tenía una puñalada en la mano. Fueron llevados al hospital La Paz, pero sólo uno de todos los envueltos en la pelea presntó una denuncia policial. Una ley no escrita del tampoco escrito ‘código entre ultras’ prohíbe acudir a la Policía.

Aquel ataque de los jóvenes Ultras Sur fue entendido policialmente como un intento de demostración de fuerza para hacerse con el control total del fondo ultra madridista, pues apenas un mes antes hicieron un serio intento de destronar a los mandamases históricos de Ultras Sur.

A los pocos días de la pelea del bar Río Duratón, la Policía detuvo a siete miembros de Ultras Sur como responsables de los incidentes, y puso en busca y captura a Antonio El Ñiño, líder de los nuevos ultras madridistas que pelean con hacerse con el control total contra los antiguos ‘capos’ El Ochaíta y El Cadenas.

El Ñiño, junto a sus lugartenientes El Fichaje y Javi El Bombero, protagonizaron el 8 de noviembre una brutal pelea en el bar Drakkar, habitual punto de encuentro de los Ultras Sur, en la que atacaron a la vieja guardia encabezada por Ochaíta y Cadenas.

Días después, El Niño y sus afines esperaron a Álvaro Cadenas a la salida de una iglesia con motivo del funeral celebrado por una compañera Ultras Sur. El Cadenas, al ver que tres de ellos se dirigían decididamente a por él, se defendió sacando una pistola y huyó, primero a la carrera y después en una moto aparcada en el Bernabéu. El Cadenas fue detenido por la Policía al día siguiente.

De El Niño, lo último que se sabe, curiosamente, es que el mismo día y a la misma hora que fueron puestos en libertad los miembros de Frente Atlético y Riazor Blues en la Plaza de Castilla, él se cruzaba con ellos para entrar a declarar en una las causas en las que está enjuiciado.