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DEPORTIVO 0 - MÁLAGA 1

Kameni fue el freno del Depor

El portero del Málaga detuvo un penalti a Iván Cavaleiro y después Darder hizo el tanto que decidió un choque sin Riazor Blues. El Málaga está en zona europea.

El centrocampista del Málaga, Camacho, disputa un balón con el jugador del Deportivo de la Coruña, José Rodriguez, durante el encuentro correspondiente a la jornada catorce de primera división, que disputan esta noche en el estadio de Riazor, en A Coruña.
El centrocampista del Málaga, Camacho, disputa un balón con el jugador del Deportivo de la Coruña, José Rodriguez, durante el encuentro correspondiente a la jornada catorce de primera división, que disputan esta noche en el estadio de Riazor, en A Coruña. CabalarEFE

Un comunicado de los 'Riazor Blues' sin esencia, una grada vacía con una lona con el lema “Deportivo contra la violencia. Riazor 100% fútbol”, todas las entradas a un euro vendidas y un estadio que gritó “Tino dimisión”. Eso fue lo que sucedió hasta las 22:00 horas, luego llegó la primera victoria de la historia del Málaga en Riazor.

Para que nadie se despistase en otros asuntos, las emociones empezaron pronto. A los diez minutos, discutible penalti de Kameni a Postiga. Lanza Cavaleiro y el muro camerunés lo para. Diez minutos después, Kameni repite con una gran parada ante Postiga para dejar claro que la portería, a pesar del gran partido de Ochoa en Copa, es suya.

Sólo un minuto más tarde, el Depor pagó su ineficacia cuando Darder vio a Fabricio adelantado y resolvió desde 25 metros con maestría. Los gallegos jugaban, y bien, pero el Málaga marcaba. Es la dura ley del fútbol, la que marca quién está arriba y quién abajo. 

Con el marcador en contra, Víctor Fernández eliminó la defensa de cinco para dar entrada a Cuenca en busca de la remontada y lo primero que se encontró fue un poste del gafado Cavaleiro.

A partir de ahí el partido se abrió y con ello, los espacios. El Málaga no los supo aprovechar, y eso que el Deportivo fue descubriéndose ante la angustia de la derrota. Por contra, sí encontró de nuevo oportunidades, en especial una de Toché, pero todo lo que creaban y remataban ayer acababa con el mismo resultado: Kameni.