BETIS 1 - ALAVÉS 2
El Alavés deja a Velázquez al borde del despido
Quinta derrota del equipo verdiblanco esta temporada. Juli y Raúl García marcaron para el Alavés y Rubén Castro, de penalti, para el Betis.
El Alavés dio la campanada en el Villamarín al derrotar (1-2) a un Betis que queda a ocho puntos del ascenso directo y cuyo entrenador, Julio Velázquez, podría ser destituido en las próximas horas. Sólo la provisionalidad de un Consejo que cambiará muchas piezas en diciembre alargaría la estancia en Heliópolis del entrenador castellano, para el que la grada bética volvió a pedir insistentemente el despido. Nada más terminar la primera parte, incluso, la hinchada más radical (Supporters Sur) se marchó en bloque a las puertas del estadio para protestar por la penosa situación, deportiva e institucional, del club verdiblanco.
Y es que cualquier equipo parece mejor que este Betis. ¿Quién visitó Heliópolis hoy, aquel Alavés Glorioso que jugó la final de UEFA contra el Liverpool? No. Era un conjunto mucho más humilde, al que Alberto López ha construido sólido sobre la defensa y rápido al contragolpe. Un equipo práctico que se convirtió en brillante ante la mediocridad perpetrada por el hasta hoy todavía entrenador verdiblanco, Julio Velázquez. El salmantino, que nunca ha sido capaz de sacarle jugo a la que todos consideran, de largo, la plantilla mejor de la categoría, acabó de perder los papeles con dos bandazos antinaturales en la alineación inicial: Varela, con el que no contaba hace días ni para entrenar con el primer equipo, y N’Diaye, que llegó este verano para ser el mejor centrocampista de Segunda y ha acabado como (mala) solución de emergencia en defensa.
Al senegalés, recién llegado el viernes de la jornada FIFA, se le vio superado todo el partido. En el 0-1, por ejemplo, abandonó la marca para acudir al centro de Toti y Juli, solo en el punto de penalti, cabeceó a placer. No pasaba el cuarto de hora y el Betis había cedido, además del dominio del juego como casi siempre, también el marcador. Y más que lo haría, poco después, cuando Raúl García aprovechó la falta de presión al borde del área para poner el 0-2 con un chutazo de esos que salen en muchos resúmenes, directo a la escuadra (27'). Poco pudo hacer Adán, que sí evitó la debacle al ganarle poco después un mano a mano a Ion Vélez.
Del Betis en ataque hubo pocas noticias la primera mitad. Las que ponían los de siempre, Rubén Castro, Rennella y Dani Ceballos. El canterano, mirando hacia otro lado como Laudrup, dejó a los dos delanteros solos ante el portero, para marcar a placer, pero el asistente levantó la bandera indicando un fuera de juego que no existía. Matilla y N'Diaye avisaron en dos córners. Pero eran chispazos, nada esencial hasta que, a poco de comenzar la segunda mitad y con el Alavés desperdiciando contras, Rubén Castro apretó el marcador al convertir un penalti por mano de Migue (1-2, 54').
Y como en el Villamarín, que es el Bernabéu de Segunda, 90 minutison 'molto longo', y el Alavés acusaba el cansancio arriba y la falta de tino, el Betis pudo empatar. Más por la inercia de su calidad que por juego, con dos defensas y tres extremos. Pacheco, Kadir, Rubén, Rennella y Cejudo pusieron en aprietos a Manu, que respondió bien, sobre todo en un chutazo del último a bocajarro, y ayudó a su equipo a conservar un justo resultado que seguramente tendrá consecuencias.