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CÓRDOBA

Miroslav Djukic: "Vinimos a a trabajar, no a llorar"

El serbio asegura ser un entrenador de retos difíciles. Su empresa en El Arcángel lo es. Pero Djukic desborda optimismo y fe en su trabajo.

Djukic, técnico del Córdoba.
J.ObreroDIARIO AS

—¿Cómo le va la vida por Córdoba?

—Muy bien. Me he adaptado rápido y estoy muy a gusto. Es un club donde la gente está trabajando con muy buena predisposición. Sólo encontramos facilidades y lo único que necesitamos son victorias. Se me presentó la oportunidad de volver a Primera y no dudé. Sabía que el reto sería muy difícil. Pero pienso que el equipo ha mejorado en aspectos defensivos. Falta más acierto arriba y tranquilidad a la hora de decidir sobre el campo. Pero eso llega con las victorias. Hay una imperiosa necesidad de ganar y eso a veces nos hace precipitarnos.

—Su trayectoria en los banquillos es amplia. Seleccionador de Serbia Sub-21 y absoluto, Partizán, Mouscron, Hércules, Valladolid, Valencia...

—Lo del Hércules fue duro porque quedaba poco para terminar la Liga y no había tiempo para mejorar. El equipo estaba mucho más desunido. El Córdoba es un equipo unido. Aquí las cosas serán mucho más fáciles. Con el Valladolid ascendimos y nos mantuvimos en Primera. Y además con una filosofía y un fútbol muy bueno. Este es un reto difícil porque no es un club con experiencia en Primera. Convencer cuesta más. Tenemos una buena plantilla, pero tienes que convencerles de que en Primera no se comen a nadie, que son jugadores tan buenos como los del resto de equipos. Debemos crear mentalidad de equipo que va a por los rivales, siendo al mismo tiempo rocosos y duros en el aspecto defensivo.

—¿Le curtió mucho su mili en Valencia?

—Algo así te enseña mucho. Era un sitio muy difícil en una época muy complicada también para el club. Era un periodo de transición, se buscaba nuevo dueño, el equipo no podía fichar... Siempre te sirven las cosas para madurar, para aprender y para mejorar como entrenador y como persona. Ha sido mi experiencia más dura. Además, estaba en un club que considero mi casa y donde quería hacer muchas cosas. Pero no teníamos el apoyo necesario. Aquí en Córdoba tenemos el apoyo de todos, los jugadores ven quién es el que manda y esto facilita mucho el trabajo de un entrenador.

—¿Le fallaron las personas en Valencia?

—No miro eso. Simplemente no cumplimos un objetivo. Seguramente debieron tener más paciencia, ver cuál era la situación real. Pero esto es muy difícil en el fútbol, así que no reprocho a nadie nada. Sé cómo funciona esto.

—Djukic siempre fue un luchador. Trabajó en una obra de palista antes de llegar al Depor.

—Soy un trabajador, un hombre que no tiene miedo de los retos y tiene confianza en sí mismo. Eso se lo intento transmitir a mis jugadores. Todas las obras llevan sus dificultades. Esta también, pero entre todos las vamos a conseguir vencer. Venceremos todos los miedos.

—¿Hacen falta fichajes?

—Si podemos fichar algo y mejorar, bienvenido sea. Pero no vamos a fichar para amontonar. Si se puede mejorar en calidad, intentaremos hacerlo. No haremos locuras ni nos obsesionaremos por fichar. Primero debemos sacar máximo rendimiento de lo que tenemos.

—¿Hay predisposición en el club para fichar?

—Pienso que sí. En todos los aspectos. En los fichajes también se están moviendo. No hemos venido a llorar ni a quejarnos, sino a trabajar e intentar mejorar.

—¿Cuál es el concepto futbolístico de Djukic?

—Quiero que las cosas dependan de nosotros, que vayamos a por el rival, que seamos protagonistas. Debemos saber sufrir. Hay muchos rivales que nos van a dominar, pero en los momentos difíciles tenemos que juntarnos y defender bien. A mí me gusta tener siempre el balón y llevar el peso del partido. No soy de los que planean un partido dependiendo del rival. Soy exigente. Primero conmigo mismo y después con la gente que trabaja conmigo.

—¿Y si no consigue el objetivo de la permanencia?

—He venido para intentar que el equipo se salve. Este es el objetivo. Todo lo que no sea eso, será una decepción.

—¿Qué le dicen los aficionados del Córdoba cuando le ven por la calle?

—Me apoyan y me dan cariño. Ves que la gente vive al Córdoba e intentan ayudar para salir de esta situación.

—Han esperado 42 años para volver a ver al Córdoba en Primera División.

—Todos debemos esforzarnos. Pero hay que ser conscientes de la humildad de este club. No hay que desesperarse. El que no pensase que el Córdoba iba a estar en esta situación, era un iluso. Lo normal es que luchemos hasta el final por no descender. Será una pelea dura y difícil, pero espero que al final lo consigamos.

—¿El paso más difícil será ganar el primer partido?

—Desde el primer día les he dicho a los jugadores que no se obsesionen con ganar el primer partido, sino que hay que obsesionarse con hacer cosas bien. Cuando haces cosas bien, la victoria llega sola.

—Háblenos de Ghilas. Todo el mundo espera que sea ese goleador que necesita el Córdoba.

—Es un jugador que nos puede dar muchas cosas. Tiene gol, es muy potente, tiene velocidad, buen juego aéreo... Puede ser nuestra referencia ahí arriba, pero pienso que nuestra mayor fuerza es el colectivo, el bloque. Luego la gente con calidad nos puede dar un plus.

—Su primer reto es hacer del Córdoba un equipo incómodo.

—Le digo a mis jugadores que vamos a sufrir todos los partidos para ganar, pero también quiero que sufran nuestros rivales. Y que cuando jueguen contra nosotros digan: ‘qué pesados son esos del Córdoba, qué difícil es ganarles’.

—¿Cuál es el mensaje que más repite a sus futbolistas?

—Confianza en nosotros mismos. Somos un buen bloque y cuando trabajamos conjuntamente, somos un equipo difícil de batir. En estos tres partidos hemos mostrado esta cara de equipo rocoso, duro, difícil. Con nuestras carencias. Luego nos falta algún aspecto ofensivo, toque, tener más tranquilidad, pero pienso que vamos a mejorar. Este es el camino de la salvación y el vestuario es consciente de que vamos por el buen camino y están todos involucrados.

—¿Cómo ve la pelea por evitar el descenso?

—Creo que va a ser una lucha abierta. Vamos a estar alrededor de diez equipos luchando por no bajar a Segunda División.

—¿Incluyó en su contrato una cláusula de continuidad si salva al equipo?

—No. Tengo contrato hasta final de temporada. Luego nos sentaremos y hablaremos. No quería hipotecar al club ni atarme yo. He venido a trabajar, a mostrarme y a hacerlo lo mejor posible. Luego nos sentaremos a ver qué es lo que conviene al Córdoba y a Djukic. Este puede ser un proyecto bonito a largo plazo. Por eso me gustaría dar ese primer paso manteniendo al equipo en Primera. Dependo de mi trabajo, si lo hago bien no hay problemas. Uno está en el escaparate y si se hace un buen trabajo, se ve. No tengo miedo a los retos, a mostrarme. Primero trabajo, el resto viene como consecuencia. He funcionado así toda mi vida. Como futbolista, realmente empecé a ganar dinero con 31 años, cuando muchos se retiran. El dinero llegó como consecuencia de mi trabajo. Ahora, como entrenador, busco lo mismo.