La historia se repite: el Eibar sigue sin ganar en Málaga

Lo del Eibar en La Rosaleda es como si de un mal de ojo se tratara. Los hombres de Gaizka Garitano disputaron ayer su octavo partido en toda la historia en el estadio malacitano y, una vez más, volvieron a casa sin la victoria. Y eso que, en esta ocasión, los tres puntos estuvieron muy cerca.

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Tras adelantar Arruabarrena a los suyos poco antes del descanso, los armeros tuvieron que sucumbir ante los goles de Juanmi y Amrabat, éste último de penalti, a un minuto para terminar el tiempo reglamentario, debido a una mano totalmente involuntaria cometida por Raúl Navas.

Con el de anoche ya es el tercer encuentro en que los azulgranas se adelantan en el marcador en tierras malagueñas y acaban sin recompensa alguna, dos de las cuales las ha sufrido el técnico de Derio en sus propias carnes. Mientras que la primera vez que los blanquiazules dieron la vuelta al luminoso en casa frente a los eibarreses fue con Enrique Ormaetxea como entrenador del conjunto guipuzcoano, la segunda se remonta a la temporada 2012/2013, cuando los del Bajo Deba cayeron por 4-1 en la vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey, ya con en el preparador vizcaíno como inquilino del banquillo armero.

Con esta nueva derrota, la tercera del curso lejos de Ipurua, la primera plantilla del Eibar tendrá dos semanas para preparar el partido del próximo día 22 frente al Real Madrid en el campo azulgrana, duelo para el cual Garitano no podrá contar ni con Lillo, por acumulación de amonestaciones, ni con Raúl Navas, ya que el central sevillano fue ayer expulsado por doble amarilla y tendrá que cumplir el correspondiente encuentro de sanción.