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ESPANYOL

El Ayuntamiento de Cornellà pasa factura al Espanyol

El concejal de Política Territorial destapa que el club les debe 1,4 millones. Y Collet contraataca: "El consistorio también nos adeuda más de dos millones".

Joan Collet
Carlos MiraDIARIO AS

Morrocotudo el lío generado entre el Ayuntamiento de Cornellà de Llobregat y el Espanyol por las cantidades que unos y otros se vienen adeudando en los últimos años. Antonio Martínez Flor, teniente de alcalde y concejal de Política Territorial y Seguridad, fue quien abrió la veda con unas declaraciones que encontraron una réplica contundente, aunque pactista, en las palabras del presidente del club, Joan Collet.

El concejal destapó, en el portal 'La Premsa del Baix', que el Espanyol debe al Ayuntamiento 1,4 millones de euros por impuestos municipales —el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) y el IAE (Impuesto sobre Actividades Económicas— que no ha satisfecho en los últimos años. Martínez Flor quiso manifestar que en ningún caso se pactó con el club perico la condonación de una parte de esa deuda como contraprestación a la hora de ceder el Power8 Stadium para la disputa del Cornellà-Real Madrid de Copa del Rey de hace justo siete días, ya que tal acuerdo sería ilegal y, por tanto, supondría un delito. De hecho, explicó el político que el consistorio ya ha puesto el impago del Espanyol en conocimiento de la Diputación de Barcelona, como maniobra “para poder cobrar la deuda”.

Pero Martínez Flor no se quedó ahí, sino que desveló otra cláusula, en el contrato que el 28 de junio de 2002 firmó el Ayuntamiento de Cornellà con el Espanyol y con Revolt del Llobregat (con José Luis Morlanes al frente), según el cual el club perico se comprometió a abonar 150.000 euros anuales durante 20 temporadas desde la inauguración del estadio (hasta 2029) a los clubes de fútbol, baloncesto y voleibol del municipio, para “colaborar económicamente” con estos. El propio concejal reconocería horas más tarde, en PericosOnline, que esos pagos fueron una iniciativa del propio Espanyol, ya que el consistorio ni los contemplaba ni los propuso. Y, según su versión, solo dos veces se abonaron los 150.000 euros, y fue antes de la inauguración, con la UE Cornellà —que tiene un convenio con el Barça— y el CB Cornellà como destinatarios.

La réplica del Espanyol sí se hizo esperar, pues tardó unas horas, pero cuando llegó fue contundente. Collet no solo se mostró “muy sorprendido” por las declaraciones de Martínez Flor, pues precisamente mantienen conversaciones sobre tal deuda desde hace semanas, sino que contraatacó. El presidente resaltó que, por “temas referentes a la urbanización del estadio”, el club “se cree con el deber de pedir más de dos millones de euros al Ayuntamiento de Cornellà”. El concejal lo niega.

Es más, subrayó Collet en un vídeo difundido por los medios del club que él mismo acordó personalmente con Martínez Flor sufragar los 150.000 euros anuales que deberían ir destinados a los clubes de Cornellà haciéndose cargo el Espanyol del dispositivo de seguridad de todos los días de partido, como viene haciendo. Un gasto que beneficia a los vecinos del estadio y que calcula Collet en unos 100.000 euros por temporada, pese a que el Espanyol no estaría obligado a asumirlo unilateralmente.

“Desde el Espanyol mantenemos las ganas de hacer cosas juntos y de sentarse para arreglar cualquier tema”, sentenció el presidente. Sin embargo, con líos como éste y el reciente en los bares de Riereta, se evidencia que las relaciones no fluyen como deberían.