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Real Madrid - Barcelona

Leo Messi contra el pasado, Cristiano ante el futuro

El crack argentino Messi, persigue a Zarra y el portugués va tras ambos (18:00, C+ Liga / GolT). Habrá batalla: el equipo más goleador recibe al único imbatido
España - Argentina: amistoso en el Wanda

Leo Messi contra el pasado, Cristiano ante el futuro

Fue Juan Villoro quien escribió que “los Superclásicos son la Navidad del fútbol: el anhelo casi siempre supera al resultado”. No le falta razón al autor mexicano. Para situarse a la altura de las circunstancias y las expectativas (seis Balones de Oro, nueve campeones del mundo, seguimiento interestelar), el partido de hoy debería dejarnos no menos de diez goles, quizá once, varios de tacón, otros de chilena y alguno de vaselina. Todos imparables, naturalmente, sin reproche para los porteros, que a su vez habrían sumado una docena de paradas imposibles.

LA AFICIÓN CLAMÓ AYER AL MADRID. Unos 250 aficionados jalearon al Madrid a su llegada al Bernabéu. El cuerpo técnico y los 19 convocados recibieron el apoyo del madridismo antes de dirigirse a Valdebebas para quedar concentrados.
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LA AFICIÓN CLAMÓ AYER AL MADRID. Unos 250 aficionados jalearon al Madrid a su llegada al Bernabéu. El cuerpo técnico y los 19 convocados recibieron el apoyo del madridismo antes de dirigirse a Valdebebas para quedar concentrados.JAVIER GANDUL

Por desgracia (o quizá por fortuna), la opulencia futbolística no garantiza nada, ni siquiera niega la terrorífica posibilidad de un empate sin goles. Del choque de dos fuerzas descomunales puede brotar una cordillera o puede resultar un cero, un círculo redondo y vacío.

La aproximación al pronóstico es igual de incierta. No basta una medición de las fuerzas de cada cual. Si el pesaje fuera un dato definitivo, diría que el Madrid parte con ventaja, por inercia, goles y campo propio. Sin embargo, ningún Clásico se juega en condiciones ideales de presión y temperatura. La reacción ante el ambiente y ante los imprevistos puede modificar decisivamente el escenario. Recuerden el último Clásico en el Bernabéu (3-4) y traten de explicarlo sin los penaltis señalados por Undiano (dos para el Barça, uno para el Madrid) y sin la expulsión de Sergio Ramos en el minuto 63. No podrán.

Tampoco sirve despejar la ecuación de números y dejar en solitario a Cristiano y Messi. No es tan fácil. Muchas veces ocurre lo contrario: ellos se anulan y otros toman el micrófono. El recuento de motivaciones actúa del mismo modo. Según las cuentas de la LFP, Messi está a un gol del récord de Zarra y al desafío histórico se suma la fabulosa travesura de batirlo en el Bernabéu. Dicho esto, qué mayor placer podría obtener Cristiano que robarle el protagonismo en fecha tan señalada. Ninguno.

Incapaces de avanzar en lo intangible, repasemos las alineaciones. Carvajal y Sergio Ramos son las novedades del Madrid en relación al partido de Liverpool. Si Ancelotti especuló ayer con una sorpresa fue, probablemente, para contrarrestar el misterio Luis Suárez: titular o suplente.

Balón. Sobre esa intriga principal gira el equipo del Barcelona. Si el uruguayo parte de inicio (no olvidemos que este mes ya ha jugado dos amistosos con su selección), Luis Enrique gana dinamita pero pierde control del juego. Tengamos en cuenta que el Madrid alineará a cuatro centrocampistas más o menos vocacionales: Modric, Kroos, James e Isco. Si Luis Suárez es suplente, el Barça podrá contrarrestar el mediocampo rival con el mismo número de efectivos: Busquets, Rakitic, Xavi e Iniesta. En esa franja debería decidirse el choque, el balón o la vida.

La estadística, por fin, ofrece la misma lectura incierta. El equipo más goleador de la Liga (30) recibe al único imbatido (14 paradas de Bravo en 720’). Messi juega contra el pasado y Cristiano frente al futuro, quince goles en ocho jornadas, mejor arranque de siempre. No es posible imaginarlo mejor. Ahora, que jueguen.