El Schalke se lleva los tres puntos con un penalti injusto

Di Matteo ha cambiado la cara al Schalke. Podrá jugar más o menos, pero lo cierto es que consigue resultados. El equipo alemán se ha impuesto a un Sporting que jugó 60 minutos con un hombre menos. Los portugueses no empezaron mal. De hecho comenzaron dominando y colocándose por delante en el marcador en el minuto 16. Nani, tras jugada ensayada, batió por bajo a Farhman, que debió haber hecho más en el flojo disparo del portugués. El Schalke no se vino abajo y sólo un minuto después lo intentó Draxler. El alemán parece otro desde que llegó Di Matteo. Ha dejado atrás sus problemas físicos y poco a poco va recuperando su mejor forma.

Todo se torció para el Sporting a partir del minuto 25. Primero con la lesión de Slimani y ocho minutos después con la expulsión de Mauricio. El central vio dos amarillas en tan sólo 14 minutos. La última por ir tarde a un choque, que a la postre originó el tanto del empate de Obasi. Aogo se sacó un centro medido y el nigeriano se elevó para, tras rematar con la cabeza, batir por bajo a Rui Patricio. El meta del Sporting, al igual que el del Schalke, también pudo hacer más en el gol.

En la segunda mitad el Schalke siguió dominando y en 15 minutos puso el 3-1 en el marcador. Huntelaar hizo el 2-1 tras un gran pase entre líneas de Obasi. El holandés cruzó la pelota ante la salida de Rui Patricio, que nada pudo hacer para evitar el tanto. Y en el 60’, Höwedes anotó de cabeza una falta botada por Ayhan.

El Schalke se sentía cómodo y parecía que el resultado aumentaría. Sin embargo el Sporting tiró de épica y pundonor y consiguió empatar el partido con dos goles de Adrien Silva, que demostró mucha clase. El primero en el minuto 63’ tras un penalti de Höwedes y el segundo, a 12 del final tras un testarazo en el área pequeña a pase de Cedric.

En los últimos minutos el Schalke encerró a un Sporting que había luchado hasta conseguir el empate con uno menos. El punto sabía a gloria a los portugueses, pero el destino iba a ser cruel con ellos. El destino y el árbitro. Karasev echó por tierra el esfuerzo del Sporting al inventarse un penalti en el 93’ por manos de Silva. Penalti inexistente, ya que el balón le golpeó en la cara. Choupo-Moting no falló y el Schañke se llevó el partido. De esta manera los alemanes dan un pasito adelante y se postulan como candidatos a acompañar al Chelsea a los octavos.

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