Luxemburgo - España
Diego Costa más Paco Alcácer: a la búsqueda del ansiado gol
El brasileño: 22 tiros, 9 goles en Premier; 18 tiros, 0 goles con España (20:45, TVE1). Del Bosque no aclara quién será el portero, pero De Gea toma ventaja.
Derrotas como la del jueves en Eslovaquia, por el escaso fuste del rival y por la zozobra que conmueve a la Selección, lo ponen todo bajo sospecha. Empezando por las intenciones del seleccionador, al que le cuesta convencer de que los cinco cambios que anuncia ante Luxemburgo estaban planeados desde el día uno de concentración y no esconden una purga.
Repetir con Casillas sonaría a cabezonada. Reemplazarle por De Gea, y por ahí van los tiros, a imputación explícita del capitán caído. “Teníamos pensada una transición dulce en la portería, pero parece imposible”, se lamentó ayer en la SER. Por ahí no tiene salida y lo mismo vale para Diego Costa y sus cero goles en seis partidos.
En cualquier caso, Del Bosque agitará la alineación y las conciencias, ante la selección 127 del ránking FIFA, que en esa tabla hace frontera con Liberia y Kazajistán. Ayer probó con Alcácer y Diego Costa juntos, una solución atrevida y a la vez diplomática. El hispanobrasileño suma 18 remates con la Roja y ningún gol. En la Premier, esta temporada, ha anotado nueve tantos con sólo 22 tiros. Datos inexplicables que invitan a Del Bosque a no castigarle pero a acompañarle del valenciano, una ametralladora: tres disparos y dos tantos.
Los cambios. También pinta que buscará más alboroto con Carvajal y Pedro, cuyo fútbol más directo rompe con la rutina de la posesión sin provecho. Entre todas las selecciones que han jugado dos partidos de clasificación nadie dio más pases que España (1.402) y cinco de sus jugadores están entre los seis que más suman. En Eslovaquia lanzó 19 córners y tuvo la pelota tres cuartas partes del tiempo para nada. Algún virus se ha colado en el sistema perfecto.
Afortunadamente Luxemburgo es poca cosa. Lleva un año y un mes sin ganar un partido, aunque recientemente empató frente a Italia. Sólo ocho de sus futbolistas actúan fuera y el país, cuya extensión es veinte veces inferior a la de España, siempre fue más de ciclismo, de Charly Gaul a los Schleck. Lo malo es que a España ahora le parece una amenaza hasta su sombra.