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AS COLOR

Ídolos de cera

El Museo de Cera de Madrid abrió sus puertas en 1972 y ocho años antes España se alzaba en el Santiago Bernabéu con su primera Eurocopa de fútbol, la de 1964.

Ídolos de cera

La etimología popular establece el origen del término ‘sincera’ vinculado a aquellas esculturas griegas retocadas con cera para subsanar imperfecciones.

Así, la verdaderamente pura sería aquella ‘sin cera’. Así pues, no hay más verdad que la sinceridad. En lo que nos atañe, el Museo de Cera de Madrid abrió sus puertas en 1972 y ocho años antes España se alzaba en el Santiago Bernabéu con su primera Eurocopa de fútbol, la de 1964. “No hay más verdad que la del triunfo”, decía el poeta.

Triunfo que costó en llegar, pero que se redondeó tiempo después con dos entorchados europeos más y un Mundial. Pero aquella final ganada ante la URSS convirtió a los futbolistas españoles en los nuevos héroes del país. El Museo de Cera madrileño honró esa conquista y moldeó las figuras de los once titulares de aquel mítico partido frente a la URSS. Junto a ellos, el seleccionador Villalonga. Desgraciadamente, estas representaciones ya no se conservan, aunque sí que se contará en próximas fechas con Vicente Del Bosque. El seleccionador español de fútbol será agasajado y se incorporará a una larga lista de deportistas e ídolos inmortalizados en cera.

Las figuras de Iribar, Rivilla, Olivella, Calleja, Zoco, Fusté, Amancio, Luis Suárez, Lapetra y las de los goleadores de la final ante la URSS, Pereda y Marcelino, robaron, durante mucho tiempo, miradas a las de Stalin, Cervantes, Hernán Cor tés, el Cid o Drácula en el museo de la plaza de Colón. Vestidas de arriba abajo con la equipación de la época, que aún se conserva en la entidad, los futbolistas españoles compartían la galería del deporte con otros laureados.

El atleta Antonio Prieto; los imponentes boxeadores Paulino Uzcudun y José Durán, el ciclista Federico Martín Bahamontes, el tenista Manolo Santana, el gimnasta Jesús Carballo o los también futbolistas Ricardo Zamora, Enrique Castro ‘Quini’, ‘Piru’ Gaínza y Telmo Zarra. Pero las modas pasan y los ídolos cambian.

La institución renueva año a año su colección de personajes. “Se realiza una ardua labor de consulta, cada tres meses, a los visitantes y sobre las opiniones en la página web acerca de qué personajes deben incorporarse”, explica el director de comunicación y RR PP del Museo, Gonzalo Presa. “Me per tenece luego a mí proponer y trasladar a la Presidencia del museo los protagonistas, de cualquier ámbito, que entiendo deben formar parte de nuestra colección”, prosigue Presa. Por falta de espacio, las réplicas no quedan para siempre en las galerías del Museo. “También se analiza qué figuras se deben retirar y sus causas”.

Proceso que a lo largo de cuarenta años ha dado muchos quebraderos de cabeza a la dirección. En la actualidad disponen de una nave en la localidad de Illescas donde se almacenan, aunque generalmente no se conservan enteras, sino sus partes más preciadas en cera, como cabeza o manos. Hoy en día quien visite el Museo se encontrará con 463 esculturas. Vicente del Bosque se convertirá en la 464, tras un proceso de elaboración que comenzó el pasado octubre con el cotejo de sus medidas antropométricas y que se alargará en torno a cuatro meses. Alaska y Morgan Freeman serán los siguientes en acompañar al seleccionador. En ese tiempo se pasará por distintas fases: creación de su réplica en barro, requisito indispensable para posteriormente realizar un molde de silicona de su busto y un contramolde de escayola donde se verterá la cera caliente. Una vez fría, se realizará el vaciado o separación y se obtendrá la pieza final, lista para comenzar a añadir las características propias de cada personaje (cabello natural, ojos, dientes, cicatrices, maquillaje o arrugas…).

En la elaboración se echa mano de material video-fotográfico sobre el protagonista, fundamentalmente en el caso de personalidades extranjeras. Residentes habituales. La galería del deporte es una de las más inmortalizadas de todo el museo. A día de hoy cuenta con 19 integrantes de múltiples ámbitos deportivos.

El futbolista Fernando Torres entró a formar parte siendo jugador del Atlético. Ahora le acompañan, gracias a los éxitos de la Selección, David Villa, Andrés Iniesta y el capitán Iker Casillas. Y no hay que olvidar a dos figuras con mucho tirón. Los exmadridistas Raúl González y Zinedine Zidane. O la espectacular obra del brasileño Pelé con la elástica canarinha y portando, majestuoso, la capa con la que fue proclamado ‘O Rei’. La excelente vinculación de España con el mundo del motor no podría faltar dentro la exposición. Fotografiarse junto a las figuras de los mitos de las dos y cuatro ruedas es otro gran reclamo. Ahí están Sito Pons; Álex Crivillé; Carlos Sainz; Fernando Alonso, embutido ahora en un llamativo mono Ferrari, junto a un bólido de Fórmula 1, a cuyos mandos se aferra orgulloso Michael Schumacher, o Ángel Nieto a bordo de una espectacular Derbi 1969, donada junto al mono de competición por el propio protagonista. “Ángel Nieto es una de las estatuas que más tiempo lleva en el Museo.

Todos los años, la familia Rabasa, vinculada con la marca Derbi, envía una corona de laurel para adornar la figura del motorista. Incluso, si la motocicleta necesita algún retoque, nos lo facilitan”, rescata del baúl de las anécdotas el portavoz del Museo. Pero si hay un personaje que acapara todos los flashes es Rafa Nadal. Es una de las esculturas más queridas y se bate de tú a tú con las ‘celebrities’ hollywodienses Brad Pitt, Tom Cruise o George Clooney. “Será, sin ninguna duda, junto a los miembros de la Familia Real, de las esculturas que más expectación de público arrastre”, relata Presa, mientras escudriña para AS Color los secretos del Museo madrileño. El tenista español posa con la vestimenta y la raqueta que el propio Nadal regalo a la institución para acompañar a su figura. Práctica habitual. Miguel Indurain luce un maillot y la bicicleta con la que se consagró en su segundo Tour de Francia. Al igual que la estatua de Arantxa Sánchez Vicario. La catalana, que fue apadrinada por dos mitos del tenis, Lili Álvarez y Manolo Santana, posa desafiante, raqueta en mano, con un modelo de juego de su propiedad. Curiosidades. Federico Martín Bahamontes, ‘El Águila de Toledo’, es una leyenda del ciclismo y del museo. Su réplica aguanta estoica el paso del tiempo, montada en su bicicleta. Sólo ella ha visto el ir y venir de muchos ilustres vecinos de cera en todos estos años en los que se mantiene expuesta en la galería del deporte.

Emilio Butragueño, Urtain, Fernando Romay, Severiano Ballesteros, Fonsi Nieto y Elena Gómez son algunos de los deportistas que con sus triunfos lograron formar parte de la familia de cera y protagonizaron sus historias. Porque curiosidades hay muchas. Como aquella en la inauguración de la estatua de Miguel Indurain que tuvo de padrino de honor a Bahamontes. El ciclista navarro acudió con su hermano, de gran parecido, Prudencio Indurain y se juntaron en la sala tres figuras casi idénticas. Una de las anécdotas más recordadas en la institución se produjo antes de la final del Mundial de fútbol de Sudáfrica.

Las figuras de Casillas, Torres e Iniesta salieron a la calle para apoyar simbólicamente a La Roja, antes de la final frente Holanda. Era pleno verano en Madrid y las altas temperaturas casi hicieron estragos entre las réplicas de los jugadores. Un valor especial tiene la imponente estatua de Pau Gasol de 2,15 de altura y una de las más pesadas del museo. No hay nada mejor que verla junto a la de otro mito del basket como Michael Jordan para darse cuenta de la ‘grandeza’ por bastantes centímetros del ala-pívot español. Ausencias. “El Museo siempre se queda con alguna espinita clavada… Ronaldinho, Beckham o Cristiano Ronaldo últimamente no han sido posibles”, nos explica Gonzalo Presa, a la vez que nos topamos por los pasillos con todo tipo de acerados protagonistas. No siempre se han podido hacer todas las esculturas que se hubiesen deseado.

En los orígenes del Museo se quiso tener a la plantilla del Real Madrid, campeón de las cinco Copas de Europa, pero no se llegó finalmente a un acuerdo. El Duque de Palma, Iñaki Urdangarín, también atrae muchas miradas. A pesar de que entró en el Museo por pertenecer a la Familia Real y no por su vinculación deportiva, no hay que olvidar que fue durante muchos años jugador de balonmano. “Por eso está orientado mirando hacía la galería del deporte, mundo del que provenía” (ha sido recolocado en el Museo tras cambiar su situación dentro de la Familia Real).

Una figura que pasa desapercibida entre tantos artistas, políticos o toreros es la de Miguel de la Quadra-Salcedo. Pocos hombres tienen a sus espaldas el currículo de este reportero y aventurero español, que también fue deportista y especializado en pruebas de lanzamiento (disco, jabalina y martillo). Cada año se intentan realizar tres o cuatro figuras, en función del presupuesto.

Lo que parece que no impide que ya se esté pensando en otros afamados inquilinos: Jorge Lorenzo, Radamel Falcao… Habrá que ir tomando medidas.