Un traspié fatal de Iturraspe encumbra al invicto Granada

El Athletic jugó con fuego y se quemó. El traspié de Iturraspe con la pelota le costó el partido, pero el error empezó mucho antes. Valverde quiso refrescar el equipo tras la paliza fisica y mental ante el Shakhtar, y dejó a futbolistas enérgicos y decididos en el banquillo como Mikel Rico y De Marcos. El Granada bien que lo agradeció. Después de una buena primera parte, en la que pescó el afortunado gol de Córdoba, se dedicó a destruir y ver pasar el tiempo. Le va bien.

Caparrós ya tiene ocho puntos de doce, cinco más que los de sus ex. Rochina y Piti contemporizaron bien con el balón. La idea era lanzar a sus dos bólidos a dar guerra arriba y atrás, tejer una red sobre Aduriz, la bestia negra granadina. Con ciertas dosis de suerte, le salió de perlas.

La revolución de Valverde fue tremenda. Introdujo nada menos que seis cambios, apostando por diez canteranos. Unai López hizo su debut como titular. Su equipo fue un disparate en la primera mitad, impreciso como hacía tiempo e incapaz de hincar el diente a un Granada muy bien posicionado. Lento y fallón, regaló hasta un puñado de córners. Rochina avisó primero, pero se topó con un Iraizoz concentrado. Hizo falta esperar hasta el minuto 36 para ver una ocasión de fundamento de los locales, un cabezazo de Aduriz a centro de Balenziaga en el que se adornó Roberto.

Lo peor para el Athletic estaba por llegar. Morán cedió un balón atrás a Iturraspe, que siendo el último hombre se trastabilló en su afán de adornarse en la salida. John Córdoba, con la escopeta cargada, dio las gracias por el regalo.

Luego sí, llegó la carga a las órdenes de Mikel Rico y con cierta intención de Viguera. El Athletic apretó como sabe y tuvo presencia en el área, aunque el Granada supo apagar el fuego con faltas y pérdidas de tiempo.