BARCELONA
Comienza el juicio contra Joan Laporta y 16 exdirectivos
La directiva demanda a sus predecesores por 47,6 millones. Desde este lunes y durante 10 días, el juez Manuel Martínez Borrego escucha a los imputados.
Planteamiento. Después de ganar las elecciones de 2010, la directiva de Sandro Rosell reformuló las cuentas que había dejado el equipo directivo de Joan Laporta, que cerró su último mandato con un beneficio de 11,1 millones de euros. No obstante, la firma que auditó esos números incluyó siete excepciones. Según el criterio contable de la nueva junta, los 11,1 millones de beneficio eran en realidad pérdidas de 79,6 millones. Si a esa cantidad se le suman los déficits de todo el periodo Laporta, resulta que el club durante el mandato de Laporta perdió 47,6 millones de euros. Rosell, amparándose en la Ley del Deporte, decidió plantear en su primera asamblea si se tenía que exigir a la junta saliente la responsabilidad de esas pérdidas de manera mancomunada. Votaron que sí y tocan a 2,86 millones de euros por directivo.
Votación y traición. El 16 de octubre de 2010 la Asamblea de Compromisarios votó la que, en palabras del entonces presidente Rosell, era “la decisión más importante de la historia del Barça, por eso os pido dos minutos para que reflexionéis antes de votar”. Tras 120 segundos de tensión, 1.020 compromisarios tenían en sus manos decidir la suerte de un equipo directivo que había comandado la época más gloriosa a nivel deportivo de la historia del club blaugrana. El resultado fue ajustadísimo. 468 votaron a favor de la imputación, 439 en contra y 113 se abstuvieron.
¿29 hombres justos? Una de esas abstenciones fue la del propio Rosell ante la sorpresa de sus compañeros de junta que se sintieron -y se sienten aún- traicionados por su actitud. En una masa social de millones de seguidores, 29 votos decidieron una acción judicial que partió al barcelonismo por la mitad. Si tenemos en cuenta que la mitad de la junta votó a favor y que 25 votos de la asamblea responden a invitación de la junta al ser compromisarios elegidos a dedo, queda claro que la votación fue tan legal como poco representativa.
Culpables a la carta. Lo más increíble de todo es que los socios del Barça en esa votación condenaron a una serie de directivos que, según reconocen incluso los impulsores de la Acción Social de Responsabilidad que están en la junta actual, no tienen ninguna culpa. La Ley del Deporte marca que los condenados han de ser los que acabaron el mandato. Eso da que 15 directivos que tomaron las grandes decisiones del club en la era Laporta, Rosell incluido, se hayan ido de rositas del proceso y que algunos que se incorporaron en el último año se vean en la tesitura de afrontar una condena que les obligue a pagar 2,8 millones.
Justos por (algunos) pecadores . Los imputados, además de Laporta, son: Magda Oranich, Patric Auset, Ignasi Macià, Rafael Yuste, Jordi Cubells, Elena Fort, Jacint Borràs, Josep Antoni Colomer, Albert Perrin, Joan Boix, Jordi Torrent, Jaume Ferrer, Xavier Sala i Martin, Alfons Castro, Alfons Godall i Xavier Bagués. ¿Les suenan más de la mitad?. Su pecado es simplemente ser los últimos fieles a Laporta.
La lista de los famosos. La lista de los imputados contrasta con la de los que por haber tenido la habilidad de huir a tiempo están citados únicamente como testigos... en el peor de los casos. La lista, en esta ocasión les sonará más, hay más famosos y menos currantes anónimos: el expresidente Sandro Rosell; el actual presidente Josep Maria Bartomeu; el responsable del nuevo Camp Nou Jordi Moix; el negociador con Qatar, Javier Faus; el director general del Manchester City Ferran Soriano; el excandidato a la presidencia del club Marc Ingla; el cuñado de Laporta Alejandro Echevarría; el hijo del ex Secretari General de l’Esport Josep Lluís Vilaseca y otros directivos como Jordi Moix, Xavier Cambra, Albert Vicens, Toni Rovira, Clàudia Vives Fierro, Joan Franquesa o Evarist Murtra. Todos supieron abandonar a tiempo el barco, aunque fueron responsables (su firma en las juntas del club así lo atestigua) de la mayoría de acciones por las que se va a juzgar a partir de hoy a sus antiguos compañeros.
Responsables. De hecho, la devaluación de la plantilla heredada de la era Gaspart, el contrato con Sogecable, la compra de los terrenos de Viladecans, el litigio con Mediapro y la denuncia contra Baena que forman la base de la demanda de pérdidas lleva la firma de los que se salvan, no de los imputados.
El pacto del euro y la venta de Laporta. Consciente la junta actual de que en este juicio iban a pagar justos por pecadores en los últimos meses se orquestó un acercamiento a los denunciados. La oferta fue digna de una película de Coppola. Si aceptaban su responsabilidad en las cuentas, les pedirían un euro simbólico de multa. Los imputados se negaron. Antes, les llego otra propuesta más al estilo Soprano, si acordaban cargar las culpas sobre Laporta, les liberaban del yugo de los 2,8 millones.
Desenlace. A partir de este lunes, se inicia un juicio en el que saldrán miserias del club. Un partido que tiene un seguro perdedor: el Barça.