ATLÉTICO DE MADRID
Un habilidoso sprinter que explotó con Ventura
Cerci es capaz de hacer los 100m en 11 segundos. El extremo se despidió por carta de la afición del Torino para “marcar diferencias también entre los grandes”.
Hace ya tiempo que Alessio Cerci pudo quitarse el estigma de cada gran talento salido del fecundo vivero de la Roma: El Nuevo Totti. Las expectativas sobre él se dispararon cuando en 2004, con poco más de 16 años, Capello le hizo debutar en la Serie A. Los paralelismos con Il Capitano se acentuaban. El tímido chico crecido en Valmontone, a unos 50 kilómetros de Roma, firmaba pocos meses después su contrato como profesional giallorosso. En 2006 se marchó cedido al Brescia para después encontrarse con el técnico que ha sacado lo mejor de el: Giampiero Ventura. Con él en el Pisa, durante la temporada 07-08 se convierte en una de las mejores joyas italianas. Cerci reúne unas características difíciles de encontrar en Italia. Atacante con un físico espectacular pero muy habilidoso. Sobresale en el sprint, muy potente, es un velocista capaz de parar el crono en 11 segundos en los 100 metros, pero además lo acompaña con un repertorio completo de regates. Pese a su 1,80 es un muy hábil, vertical con un arma letal: es peligrosísimo arrancando desde el costado derecho para ensayar su temible disparo con la zurda. Ventura recuperó su fútbol, algo incomprendido en Italia. Cerci había vivido un momento amargo cuando en 2010 tuvo que salir de su Roma, despreciado por Ranieri, para una experiencia en Florencia que no salió bien. Pero Ventura volvió a aparecer en su vida y lo reclutó para el Torino, donde ha firmado dos grandes años que le han llevado a la Nazionale. Cerci se despedía ayer de la hinchada grana en una emotiva carta en las que les explicaba que quiere “marcar la diferencia no sólo en un pequeño club, si no también entre los grandes”.
Los colchoneros se van a encontrar a un futbolista diferente por muchas razones. El Henry de Valmontone, como le apodan, es un jugador introvertido que necesita sentirse importante en el esquema del equipo y recibir la confianza de sus compañeros y del técnico para brillar. Llega a España, un país que le seduce: él y su prometida Federica tienen casa en Formentera, donde todos los años pasan parte de sus vacaciones. Ayer pudo conocer a sus nuevos compañeros después de superar las pruebas médicas y firmar su contrato.