Un tanto de Felipe tumba a un Racing carente de gol

Lo que da tener gol. El Girona solventó la papeleta del debut en quince minutos iniciales pletóricos. Felipe se puso al volante y llevó a los suyos hacia un triunfo que da continuidad al gran final de liga del curso pasado pero que fue poco vistoso. A partir del tanto, decayó su futbol, acabó pidiendo la hora y si el Racing no le creó más problemas fue porque el conjunto cántabro anda corto de efectivos y de calidad cerca de área.

El Racing se vio superado de buenas a primeras por la explosividad del pequeño atacante del Girona, que lo provó de lejos en el 6’ y el 9’ y que la enchufó en el 14’ tras pinchar un pase largo de Lejeune desde campo propio. El gas duró unos minutos más hasta que el equipo visitante, con más voluntad que calidad, se fue al ataque buscando a sus jugadores de más altura. Javi Soria peinó un centro de Orfila (24’) que salió lamiendo el palo derecho de Becerra y diez minutos más tarde fue Granero quien ganó por arriba una falta centrada.

El Girona perdió el mediocampo, jugó a verlas venir y no volvió a asustar hasta el 39’ cuando un tuya mía entre Felipe y Juncà acabó con un pase de la muerte que cortó la zaga en última instancia.

Tras el descanso, el encuentro fue más lo que se espera de una primera jornada. Poca precisión, roces contínuos y muy poco arte. El Racing apenas llegó al área visitante y el Girona lo provó desde la larga distancia con tiros poco certeros de Granell y Cifu. Lejeune habría podido aliviar la inquietud local en el 73’. En una falta lateral, rompió el fuera de juego pero Mario atajó sobre la línea su remate con el pie.

El Racing consiguió embotellar al Girona en los minutos finales pero los tres centrales locales no tuvieron fisuras. Becerra no tuvo que hacer ninguna intervención.