GRANADA 2 - DEPORTIVO 1
Los Cármenes ya tienen nuevo ídolo: Rubén Rochina
Cuando fue sustituido al final de la segunda parte, el valenciano salió aclamado del estadio tras una buena actuación y un gran gol.
Cuando la tablilla anunció el cambio de Rubén Rochina, la reacción fue espontánea y unánime. El graderío de Los Cármenes se puso en pie y tributó una atronadora ovación al extremo valenciano, que apenas necesitó un partido para ganarse a la afición y empezar a confirmar que puede ser uno de los ídolos del nuevo Granada.
En realidad, Rochina se metió al público en el bolsillo en apenas media hora de la segunda parte. Tras una primera mitad en la que el Granada anduvo blando y dubitativo, sin mordiente ni profundidad, la reacción llegó en el segundo acto, cuando Rochina se metió hacia adentro y empezó a recibir entre líneas y provocar el desorden en la retaguardia deportivista. Cada vez que el valenciano entraba en acción dejaba fluir a borbotones la velocidad, calidad y cambio de ritmo que ya enseñó en La Romareda y Vallecas.
La jugada culminante llegó en la jugada del empate. Recibió por el centro a unos cuarenta metros de la portería, se giró, aceleró, se perfiló y sacó un disparo seco y duro, raso, cuando se asomaba al balcón del área. El latigazo despertó al estadio y despejó el camino de la remontada. A partir de ahí, Rochina se entonó y disfrutó del encuentro. Y Los Cármenes terminó aclamando a su nuevo héroe.