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SABADELL 1- ESPANYOL O

Tamudo tumba a un Espanyol con dudas y excesiva apatía

El conjunto de Sergio González suma una nueva derrota y eso conlleva todavía más dudas pese. El verdadero termómetro, este domingo ante el Génova.

Actualizado a
Tamudo, en el amistoso ante el Espanyol.
Tamudo, en el amistoso ante el Espanyol.FERNANDO ZUERASDIARIO AS

Puede servir de excusa que es pretemporada y que los teóricos titulares no estuvieron sobre el césped, pero no que el Sabadell tuviera una marcha más que el Espanyol. El conjunto de Sergio González suma una nueva derrota y eso conlleva todavía más dudas pese a que el verdadero termómetro del equipo se vea este domingo ante el Génova. Faltó mando y tener claro cómo atacar y defender. Tamudo demostró que su idilio con el gol es cosa de presente.

Sergio González confió en Abraham González y Álex para liderar al equipo, pero el Sabadell no les dejó pensar. Ambos estuvieron perdidos y eso provocó que, a excepción de un incesante Jairo, el Espanyol naufragara en el intento de hacer daño al conjunto arlequinado. Sin ideas y frágil atrás. Así se mostró el conjunto blanquiazul en una primera mitad que sigue sin despejar dudas pese a que faltaran los pesos pesados. Aquellos jugadores que deben ganarse un puesto se les notó nerviosos y sin encontrar su sitio. Y este malestar lo dejó ver un Kiko Casilla que no ganaba para disgustos y salió a bronca por acción arlequinada. El daño pudo ser mayor si Tamudo hubiese querido marcar en el 36’. Abraham vislumbró su desmarque y cómo su remate se marchó fuera cuando tenía toda la portería para él. Acción fallida, 0-0 en el marcador y olés en la grada en cada combinación arlequinada. Cierto que el Espanyol tuvo más la posesión, pero fue estéril. Mayor peligro presentaron Aridai y Collantes por banda y este último pudo hacer más grande la herida blanquiazul en el 45’. Quedó habilitado por banda derecha tras el gran pase de Sotan, pero Kiko Casilla esperó desde el suelo su disparo cruzado y acertó. Fue lo único bueno en una primera mitad para grabar y no repetir.

Incombustible. El Espanyol salió dormido y sin intensidad y lo pagó caro. Collantes controló sin oposición fuera del área y tras la presión pasiva de Abraham y Clerc se coló hasta línea de fondo para darle el gol hecho a un Tamudo que esta vez no pudo fallar. En un semifallo, le pegó con los dos pies al balón, pero es lo que tienen los hombres gol: que no dan segundas oportunidades.

Ese tanto espoleó al Espanyol, no era para menos, y Jairo tiró al palo en el 60’ para constatarlo. Pero no se dejen llevar por la euforia porque fue un mero espejismo. Ni Lanzarote, que volvía a casa, pudo sacar del pasotismo a un conjunto blanquiazul que bajó los brazos y esperó a que acabara el partido. Noche aciaga y quizás habitual en agosto. Ojalá solo sea eso.