OLYMPIACOS 0 - ATHLETIC 0
Un Athletic cauto sale indemne ante el Olympiacos en Atenas
El Athletic no se gustó en Atenas, pero el empate sin goles dejó una gran enseñanza para Nápoles. Faltó velocidad con la pelota y quizás chispa.
El Athletic apenas tomó riesgos en Atenas, donde empató sin goles un partido cargado de precauciones con la pelota y en los banquillos. Míchel y Valverde no son así, pero a estas alturas de la pretemporada... Los leones querían no salir dañados en la antesala de la Champions y, sobre todo, buscaron evitar lesiones. Un par de sustos de Laporte y Rico antes del descanso animaron más a Txingurri a tirar de cambios. Seguro que se habló en su caseta del serio percance de Javi Martínez.
Fue un ensayo perfecto para Nápoles: ambiente en las gradas y un rival coriáceo que aguardó una y otra vez el fallo bilbaíno para lanzarse al contragolpe. Es lo que espera con Higuaín y cía. El Athletic fue de más a menos en la primera mitad en el dominio. Apenas dispuso de una volea arriba de Ibai y un tiro cruzado de Rico. El Olympiacos, peligroso por las bandas, inquietó con un cabezazo arriba de Maniatis. La mejor noticia es que Iraizoz sigue con los guantes bien calados. Y está posicionado en los centros laterales.
Se trataba de no cometer imprecisiones para no pagarlas caras, pero los leones se dejaron una marcha de velocidad en el juego. Se les vio pesados, como sin chispa, quizás por el calor y humedad. Es lo que habrá en Italia.
Valverde dejó a tres probables titulares en Italia en el banquillo: De Marcos, Beñat y Susaeta. Iraola, Unai López e Ibai cumplieron sin más. El extremo fue de los más incisivos, aunque le costó seguir a su profundo lateral, Masuaku. Un atleta con profundidad en la llegada que generó sus problemas. No encontró, eso sí, al nueve, Diamantakos.
Bien Beñat. La tónica de la segunda fase, con un animado Beñat, resultó similar. Inquietó Elabdellaoui. Kolobos lanzó un balón franco a las manos de Iraizoz y los leones no inquietaron hasta el final, cuando Viguera y Aketxe probaron a Megyeri. Sus tiros salieron centrados. No hubo manera de dar un pase en velocidad a Guillermo, al que se nota enchufado.
Para entonces, el Georgios Karaiskakis ya atronaba con cánticos a Ernesto Valverde, el hombre que devolvió al Olimpo a los atenienses. El Athletic de los titulares no ha perdido en el verano, aunque eso no sirva más que para llegar con ánimo a la gran final de la temporada, que se disputa en pleno agosto. Esperan ocho días de emociones fuertes, rugidos... Un coliseo para hombres.