La Masia se pasea por Helsinki

El Barcelona de Luis Enrique aprovechó su visita a Helsinki para darle un buen meneo a un paupérrimo Helsinki y drse un baño de autoestima tras la derrota del miércoles en Ginebra ante el Nápoles.

La goleada por 0-6 sirvió para que los jóvenes de La Masia, que acapararon el once inicial del equipo catalán y fueron los autores de todos los goles, se pudieran lucir liderados por la capacidad de Munir El Hadaddi, autor de dos goles y sin duda una de las mejores noticias del Barça en este verano.

La calidad del rival, escasísima, junto a las ausencias de piezas que deberán ser fundamentales en el dibujo final del técnico barcelonista, permiten sacar pocas conclusiones de un partido que evocó a las pretemporadas de antaño. Aquellos veranos sin giras consagradas al marketing en la que el Barcelona de Cruyff se instalaba en Holanda y día sí y día también apabullaba a base de goleadas a rivales de nombre impronunciable, algunos de ellos formados ad hoc para la ocasión. Eran partidos festivos en los que el socio se ilusionaba y los jugadores blaugrana se hartaban a marcar y ganaban en confianza.

Y nadie ganó más confianza e ilusionó más la siesta de ayer del aficionado barcelonista que Munir. El jugador madrileño volvió a ser titular (lo que supuso que Deulofeou volviera a quedarse en el banquillo de inicio) y en un cuarto de hora ya había marcado dos goles. Pero más allá de su acierto de cara a la portería rival, lo que destacó del hasta el año pasado juvenil blaugrana fue su capacidad de presión, algo que Luis Enrique valora tanto como el acierto ante la portería rival.

Liderados por el hambre de Munir, el Barça ya ganaba por 0-4 antes de la media hora de partido. Cuando Piqué marcó el cuarto, el portero Tones pidió el cambio. A partir de entonces el Barça bajó el ritmo comenzó el carrusel de cambios y Bartra y Sandro completaron un 0-6 que alegra el verano a los culés, pero que mantiene la incógnita de lo que será este Barça a final de mes.

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