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SUNDERLAND 2 - BETIS

El Betis se deshace ante un Sunderland más inteligente

Dos goles del conjunto británico en el tramo final provocan la cuarta derrota verdiblanca en esta gris pretemporada de su retorno a Segunda.

Sin demasiados hilos de mejora a los que agarrarse, el Betis volvió a perder y lo hizo ante un Sunderland que necesitó muy poco para hacer daño a los verdiblancos. Un error defensivo cuando todo parecía conducir al empate sin goles supuso el inicio de la cuarta derrota del equipo bético en esta pretemporada para el olvido. Ni los gritos de Julio Velázquez desde el banquillo cambiaron la mala imagen de un equipo sin alicientes de cara a buscar el ascenso a Primera División.

Tras un primer tiempo lleno de agresividad e intensidad pero sin la necesaria calidad para que el juego fuera brillante, el Betis realizó cambios y cedió más terreno ante un equipo inglés que nunca dominó con eficacia el duelo. Perquis y Xavi Torres formaron un centro del campo sin creatividad, mientras que Rubén Castro estuvo demasiado solo pese a estar acompañado sobre el papel de otros tres atacantes en el once inicial.

En el segundo tiempo, un error defensivo supuso que Fletcher abriera la lata a poco más de diez minutos para el final. Se descompuso entonces el Betis, que hasta ese momento sólo había encontrado algunas pinceladas de optimismo en su capacidad por ser fuerte tácticamente. Pero ni esa circunstancia salvó a los de Velázquez, que sucumbieron ante un rival mejor trabajado y más inteligente en la ejecución de los detalles.

Debilidades. Con Bruno y Jordi Figueras nuevamente conformando la zaga, las indecisiones acabaron costando al Betis el encuentro. Antes del final, fue Wickham el que sentenció a los verdiblancos con un segundo tanto que deshacía por completo todo el trabajo realizado hasta entonces.

Era el día de un duelo especial por la presencia de N’Diaye y su Sunderland. El deseo bético vistió su chándal oficial de equipo y saludó a los verdiblancos. Quizás sean sus compañeros muy pronto, pero con el parisino tampoco será suficiente para solucionar unas carencias que ya amenazan con alargarse hasta el arranque de la Liga Adelante. Y el ascenso a Primera no será un regalo.