MURCIA
5.000 aficionados del Murcia se manifiestan en apoyo al equipo
Mañana está prevista otra manifestación de seguidores grana delante de la sede de la LFP ante la decisión final de la Comisión Delegada.
El murcianismo quemó anoche su penúltima bala, la presión social. Unos 5.000 granas se echaron a la calle para demostrar al resto de España que la masa del Real Murcia no se quedará de brazos cruzados ante la decisión que tiene prevista tomar mañana la Comisión Delegada de la LFP. Según los estatutos, el Real Murcia no puede ser inscrito en Segunda al no cumplir el ratio económico-financiero y la lógica, y la normativa, dice que el Mirandés ocupará hoy la plaza grana en el fútbol profesional.
La plantilla grana solicita una reunión previa con el CSD
Todo esto, salvo que alguna instancia superior convenza a la Comisión Delegada (CSD, Hacienda o el propio Tebas), ya que el recurso presentado por el Real Murcia solicitando una moratoria en cuanto a la aplicación del nuevo ratio parece insuficiente. Ni siquiera el movimiento del sindicato de futbolistas AFE ni los mensajes de jugadores internacionales parece parar un descenso anunciado. La Comisión tiene la última palabra, pero sólo un milagro o un movimiento legal de última hora por parte de Samper puede salvarles.
La afición se echó anoche a la calle en la Gran Vía de Murcia, y volverá a estar presente esta mañana en las puertas de la sede de la LFP para intentar convencer a los miembros de la Comisión Delegada. Anoche, en el comunicado de la Federación de Peñas decía: “No pedimos clemencia, sólo esperamos justicia, con esta afición y el propio fútbol. Esta norma se aplica sin tiempo y sólo perjudica al Murcia, un histórico. Confiamos en volver de Madrid como equipo de Segunda”.
La primera plantilla encabezó la manifestación. El capitán Albiol aseguró que “estamos haciendo lo imposible para que la LFP recapacite”. Acciari fue más allá: “No puede ser que cuatro plantillas no sepamos aún donde vamos a jugar. El fútbol español está dando una imagen patética en Europa. Reclamamos que el control económico del fútbol español se implante a no sólo quince días de empezar”.