ATHLETIC CLUB
Borja Viguera: “He sufrido mucho para llegar hasta aquí”
Es el único fichaje de este año en el Athletic, así que las miradas se disparan sobre él. El carro de goles que se trae de Segunda (25) atiza aún más la expectación.
¿Marcha todo hasta ahora como esperaba? Sí. Va muy bien. La acogida ha sido estupenda. Ya me habían dicho que el grupo era genial. Vas a entrenar de otra forma con un ambiente así. El stage ayudó a la integración. La convivencia fue muy positiva.
Estaba jugando con el Alavés y todo el mundo le preguntaba por el Athletic. ¿Le llegó a agobiar? Hubo muchos rumores y especulaciones. Hasta que acabó el año no se hizo el fichaje. Estaba aislado, al margen. Fue una temporada muy positiva. Todo el año he estado comprometido con el Alavés y tenía firmado uno más. Si hacía caso a lo que pasaba fuera, me habría confundido.
No tuvo que pensárselo mucho, claro... Sí, firmé casi sin pensar. Siempre preguntas a la gente que había estado aquí, a Ion Vélez, y a Unai Medina, aunque no llegó a jugar con el primer equipo. Me dijeron: “Ni lo pienses, vete para allá”. Es lo que hice.
Al principio hubo debate sobre si cumple con la filosofía del Athletic sobre la cantera y los orígenes vascos. Ya lo dijo Josu (Urrutia), el presi: si no entrase en la filosofía, no estaría aquí. Él es el que jefe; si lo dice, por algo será.
¿Qué ha significado el Alavés en su carrera? ¿Se le pasó por la cabeza al principio que podría ser el pichichi en Segunda? El Alavés lo es todo para mí. Es el que me dado la oportunidad de sentirme otra vez futbolista, de ser el Borja Viguera de antes, y siempre le estaré agradecido. Seré del Alavés para toda la vida, iré a ver sus partidos cuando pueda. Mis compañeros, la ciudad... todos hicieron que estuviera muy a gusto. Ser pichichi es muy complicado, pero siempre lo sueñas.
¿Se ve con capacidad para marcar tantos goles en Primera? No sé; hablar de eso sería precipitado. Ojalá. Sé que es muy difícil. Lo que tengo que hacer es ser todos los días un poco mejor e intentar aprovecharlas las oportunidades. Progresar en lo individual y lo colectivo.
No ha sido fácil llegar hasta aquí. Estudiaba en el Maristas de Logroño y jugaba en el Berceo. A los 15 años viene la Real y tuvo que dejarlo todo. Eres tan pequeño... También entrené un par de veces con el Zaragoza. Tuve la oportunidad de irme a Donostia, a vivir y estudiar, y jugar en la Real, claro. Fueron momentos complicados, decidí dar el paso y mis padres me acompañaron. Al final, no me iba tan lejos. Cada fin de semana venían mis padres a verme. O iba yo adonde ellos y luego volvía con compañeros de Logroño o pueblos cercanos. Ahora echo de menos aquellos tiempos.
¿Quería seguir los pasos de su tío, que triunfó en la Real? Desde pequeño he jugado a fútbol. Cuando la familia es futbolera, eso lo tienes más en las venas. Siempre ayuda. Juego porque he querido, nadie me obligó. Me chifla desde crío.
¿Qué le inculcó su padre Santi? ¿Llegó a emocionarle aquello de ‘Santi Viguera es de Primera’ cuando él militaba en el Sanse? Le cerraba el camino Idigoras. No consiguió llegar a Primera, pero esa espina clavada la saca usted. Alguna vez he escuchado lo de “Santi Viguera es de Primera”, en plan broma. Seguro que está orgulloso de mí, que vaya a debutar en Primera y esté en el Athletic, algo que él por unas u otras circunstancias no pudo hacer. Iba a verme a Donostia y Vitoria, y ahora lo hará a Bilbao.
En Albacete usted lo pasó realmente mal. No tuve oportunidades ni minutos. Etapas como esa te sirven para aprender. Nunca había jugado en un equipo de Segunda B que no fuese un filial, ni había logrado un ascenso a Segunda... coges experiencia. En Albacete entrenaba muy bien y luego no jugaba. El entrenador tenía su equipo hecho, me acababa de recuperar de la rodilla y trataba de seguir progresando. Ese trabajo no se vio recompensado como en otros sitios.
Hace poco, tras la permanencia, subió Zaldiaran en bicicleta (es la foto que tiene en su ‘whatsapp’). ¡Duro eh! Algunos dicen que consigue todo lo que se propone. Es verdad; cuando me propongo una meta, voy a muerte a conseguirla. Estaba pendiente de hacer esa subida. Si nos salvábamos, prometimos ir en bici. Joseba Beloki nos lo organizó todo y luego hicimos una comida. ¡Fue un gran día!
Siempre ha estado muy integrado en Vitoria. Hasta se hizo accionista de Baskonia. Así ve su vida en Bilbao, claro. Eso es. Me gusta vivir en la propia ciudad. Otros eligen las afueras, pero yo me veo cómodo así. Me gusta pasear, ir al cine, a un centro comercial... me encanta el basket y estos dos años, cuando he podido no he faltado al Buesa.
Ha tenido muchos amigos. ¿Le cito a tres? Vale.
Manu García. Comparten agente (Tomás Durán) y es casi como un hermano. Sí. Coincidimos en Donostia y vivimos juntos. Cuando me fui a Tarragona, él estuvo en Irun y Logroño, y manteníamos el contacto por teléfono. Es alguien importante, he convivido mucho con él estos dos años. Después de este tiempo te ves más maduro; logramos juntos el ascenso y la salvación, y de la forma en que lo conseguimos...
Luismi. El año del ascenso hicimos una gran amistad. Tuvo que marcharse al Huracán. Estatemporada última no ha tenido mucha suerte. Ahora se ha ido al Nàstic. Ya estuve yo allí y le hablé maravillas. Se merece que le vaya bien, porque ha sufrido mucho.
Y el último, Balenziaga. Nos conocíamos. Desde el primer día en Bilbao me ha acogido como a un hermano. Al principio dormía en su casa. Cuando llegué me fue enseñando Lezama palmo a palmo. Es un gustazo tener una persona así en un club en el que no conoces a nadie.
¿Ha sido un salto muy grande este al Athletic? ¿Inesperado? ¿O cree que el fútbol se lo debía? El tiempo lo dirá, he sufrido mucho, he tenido que currar una barbaridad, tener mucha constancia y fe en mí mismo. Ha sido importante la gente cercana, mi novia, la familia... que han confiado en mí y han estado a mi lado en los momentos duros, ayudando a que sigas y no bajes jamás la cabeza. Eso nunca lo he hecho. Sabía que si trabajaba, las cosas iban a salir bien y estos dos años me dieron mucha confianza. Aproveché las oportunidades, vivo una etapa importante en mi carrera, en un club increíble.
Siempre dice que es un tipo con los pies en la tierra, pero ¿hasta dónde le gustaría llegar en el fútbol? Este año he dado un paso importante en mi carrera; tengo que trabajar muchísimo más que antes. El salto es considerable: en dos años, de jugar en Segunda B a poder estar en una Champions, que siempre he visto desde el sofá de mi casa. Hay que aprovechar las oportunidades.
Le encanta el cine ¿qué película ha visto últimamente? Buff, con el stage de Austria y la pretemporada no he podido ir últimamente, ya recuperaré el tiempo perdido, ja, ja, ja.
¿Y su ‘película’ en la Champions, cómo la imagina? ¿Se ve en San Mamés jugando contra los más grandes? Es un sueño. Dentro no he estado; fuera he pasado con el coche... me han dicho que es increíble, una pasada... y espero disfrutarlo mucho, también en Liga y Copa.
¿Si le tocase tirar el penalti que da la clasificación para la fase de grupos de la Champions, lo lanzaría? ¡Sí, claro! Ya se ha visto que para esas cosas siempre estoy disponible si lo manda el míster.
¿Cómo es Valverde en el día a día? Es un entrenador cercano, tiene las ideas muy claras. Vino el año pasado y asimilaron muy bien sus pautas e ideas. Hacer cuarto en una Liga como ésta, con los tres inalcanzables por arriba, no es fácil. El equipo tiene sus señas de identidad y las ideas muy marcadas.
¿Nota mucho cambio de ritmo? Valverde exige gran intensidad, sobre todo en la presión. El ritmo es muy distinto al de Segunda. El balón va más rápido, toca apretar más. Es acostumbrarte. Los primeros días son los más difíciles. Me voy habituando a la forma de entrenar, va saliendo.
¿Se ve en banda izquierda, a pierna cambiada, para entrar en diagonal, con Aduriz arriba? Ha probado ahí, de enganche... Me veo... donde me pongan voy a estar a gusto, a aportar lo que sé, lo que pueda. En los amistosos he estado por la izquierda y arriba; en cualquier posición me siento a gusto. Como siempre voy a estar en contacto con el balón, tendré ocasiones.