REAL MADRID
Toni Kroos, presentado ante diez mil madridistas en el Bernabéu
El alemán entusiamó a la afición blanca en su presentación: “Soy el hombre correcto para ganar títulos”. Recordó a Di Stéfano en su discurso: “Sé lo que significaba aquí”.
Kroos ya sabe lo que es el Madrid. Ayer fue presentado en el palco de honor del Bernabéu ante unos 10.000 madridistas y empezó a notar el cariño de su nueva afición. Desde las cuatro de la tarde la gente se agolpaba en las puertas del Bernabéu, algunos iban con camisetas del Madrid, otros con la de la selección alemana e incluso había banderas germanas. Todo para que el nuevo fichaje blanco se sintiese como en casa. Nada más aparecer por el palco los aficionados empezaron a corear su nombre.
Florentino Pérez presentó “al jugador más completo del Mundial” no sin antes recordar la figura de Di Stéfano. Fue oír el nombre de La Saeta y el Bernabéu alternó los cánticos por Kroos con los de Alfredo. La emoción embargó a los veteranos que estaban en la presentación encabezados por Amancio. Las gargantas se silenciaron para escuchar al flamante fichaje, que inició su discurso en el poco castellano que aprendió en Mallorca: “¡Buenos días!”. Después mostró el primer signo de integración a la casa blanca recalcando su “tristeza” por la pérdida del presidente de honor. “Sé lo que significaba aquí”, comentó. La actitud de Kroos dejó ver a un jugador diferente. La mayoría de fichajes dicen poco o nada al tomar la palabra en el palco, pero él plasmó su carácter ganador: “Es el club más importante del mundo. Sé que es necesario ganar títulos, pero yo soy el hombre correcto para esto. En 2013 gané la Champions con el Bayern, en 2014 lo hizo el Madrid y quiero que se repita también este año. Espero corresponder a la confianza que me ha dado el club”. Y concluyó con un “¡Hala Madrid! (en castellano)”.
De corto. Llegó el momento de ponerse la camiseta con el ocho a la espalda (no tenía dueño tras la marcha de Kaká). Mientras Kroos se cambiaba en el vestuario, una parte de los aficionados presentes corearon el nombre de Casillas para seguir con un: “¡Iker quédate!”. Pero cuando el alemán saltó al campo los focos se volvieron hacia él. En primera línea le esperaban su agente y su hermano Felix, que juega en el Werder Bremen y al que algunos aficionados confundieron con el propio Kroos cuando salió al palco. Ya de corto mostró su buen manejo con el balón. Dio 62 toques seguidos, después empezó a regalar balones a los aficionados y se retiró con su primera ovación del Bernabéu. Se volvió a cambiar, atendió a los medios y se fue al aeropuerto para coger un avión y seguir sus vacaciones con la familia.
Se marchó sonriente, pero visiblemente cansado. No es para menos porque fue un día intenso. Salió a las once del aeropuerto de Palma y a su llegada a Madrid comenzó su nueva etapa de blanco. Primero fue a Valdebebas. Allí saludó uno por uno a sus diez compañeros y también a todos los canteranos. Se detuvo un instante a charlar con Ancelotti y también con Hierro, sus nuevos jefes. Pudo ver su habitación en Valdebebas, pero el tiempo apremiaba y tras la visita tocaba reconocimiento médico en el Hospital Sanitas la Moraleja.
Pasó las pruebas con sobresaliente (acaba de terminar el Mundial) y firmó su nuevo contrato. Fue uno de los momentos más especiales para él. A su espalda le observaban diez Copas de Europa, el primero en tener el privilegio de firmar con La Décima a su espalda. Todo ese pasado lo tiene muy en cuenta y en una carta en su web lo calificó de “glorioso”. En la misma misiva, resaltaba las figuras de Zidane, Butragueño, Di Stéfano, Raúl, Stielike, Netzer, Breitner... Y no se olvidó de dar las gracias al Bayern (su club desde los 16 años) por “un tiempo maravilloso”. El Bayern le contestó por boca de Rummenigge: “Damos las gracias a Kroos por todos estos años y le deseamos lo mejor”. La Bestia Negra pinta menos fiera.