MUNDIAL DE BRASIL
Valcke: "No podemos controlar por completo las reventas"
"Hay tres millones de boletos fuera del sistema, que van a delegaciones futbolísticas, socios comerciales...", dice el secretario general de la FIFA.
El secretario general de la FIFA, Jérome Valcke, aseguró hoy que el ente rector "hace todo" por combatir la reventa ilegal de entradas para partidos mundialistas, pero reconoció que puede haber en el futuro "otras historias" similares al escándalo descubierto por la policía en Brasil 2014. "Nosotros vendemos todos nuestros tickets por el valor nominal. Luego hay tres millones de boletos fuera del sistema, que van a delegaciones futbolísticas, socios comerciales... Creo que no hay forma de controlar totalmente la venta de entradas fuera del sistema", admitió Valcke en una rueda de prensa en Río de Janeiro.
Según el "número dos" de la FIFA, las normas exigen que los boletos no utilizados sólo sean transferidos a otras personas a través del propio ente rector, pero hay casos en que esto no ocurre. "Estoy seguro de que en el futuro habrá otras historias, pero lo que no se puede decir es que nosotros no estamos combatiendo este negocio. La FIFA siempre lo está combatiendo, estamos en contra de esto y otorgamos total apoyo a las investigaciones", enfatizó.
Durante el Mundial de 2014, la policía brasileña descubrió un esquema ilegal de reventa de entradas, en el que el principal investigado es el británico Ray Whelan, director de la agencia Match Hospitality, socia de la FIFA.
La empresa, cuyos propietarios son los hermanos mexicanos Jaime y Enrique Byrom, se adjudicó en 2007 los derechos exclusivos para explotar los paquetes de hospitalidad de los últimos dos Mundiales y luego también de las citas de Rusia 2018 y Qatar 2022.
Valcke lamentó hoy que la FIFA se haya enterado del caso a través de la prensa brasileña, pero reiteró que el ente rector apoya las investigaciones. En un comunicado divulgado el sábado, la FIFA expresó su respaldo a Match Hospitality pese al escándalo, y señaló que, tras trabajar por más de 30 años con los hermanos Byron, "confía en el comportamiento leal y respetable" de la empresa, con sede en la ciudad inglesa de Cheadle.