“Un Mundial con una junta militar, eso sí que era presión”

—¿Le preocupa que Argentina dependa tanto de Messi?

—Mire, venía pensando cuántos jugadores en Argentina 78 hacíamos goles. Cuando armas un equipo debes saber cuantos futbolistas te garantizan gol.

—¿Hacemos la cuenta de ese equipo campeón?

—De los defensas podía marcar yo, que tenía remate de cabeza y chutaba tiros libres y penales, alguno de jugada también hice. Y estaban Bertoni, Luque, Ortiz y Mario, que jugaba tras ellos. Teníamos cinco jugadores que marcaban goles. Ahora los equipos cada vez tienen menos.

—¿Es ese el signo más destacado del fútbol de ahora?

—Sí, un fútbol de especialistas en el que todos trabajan para el goleador. Hay uno por equipo, dos a lo sumo. Ves que antes los equipos tenían muchos.

—¿Por ejemplo?

—La Holanda de Cruyff y el Brasil del 70.

—En ese equipo debía marcar hasta el masajista....

—Más o menos. Imagínese: Jairzinho, Gerson, Tostao, Pelé y Rivelino. ¿Cómo se puede defender eso? Yo le pregunté eso mismo el otro día a Carlos Alberto en la tele.

—¿Y qué le respondió?

—Que no había manera. En el uno contra uno nadie podía con a Jairzinho y Rivelino. Y estaba un tal Pelé y Gerson y Tostao que se iban de manera imposible. Había que poner dos marcadores a cada uno.

—Pues a Messi le ponen tres jugadores a vigilarle...

—Sí y aún así en cada partido hace una jugada decisiva.

—Usted vivió la experiencia de jugar el Mundial como local. ¿Cómo recuerda la presión?

—Tremenda.

—¿Es comparable a lo que ha vivido Brasil?

—Teníamos mucha más presión en el 78. No sólo era fútbol, había una junta militar. Nos jugamos la vida para darle una alegría a un pueblo oprimido. Un Mundial con una Junta encima. Eso sí era presión.

—Claro que ustedes llevaban psicólogo de serie con Menotti, ¿cómo gestionó aquello?

—El Flaco era un crack, el mejor. Menotti hizo un trabajo de cuatro años fenomenal. Conformó un grupo unido y de calidad.

—¿Les quitó la presión?

—Sí, sólo nos pidió que nos divirtiéramos, que tocáramos la pelota, que jugáramos.

—¿Por qué no hay medios en Brasil y Argentina que organicen, el Ardiles del siglo XXI?

—No tenemos.

—¿Pero quién podría hacer esa función en Argentina?

—Los años pasan y esos estrategas de antes no están ya.

—¿Ni en la Liga?

—Para este nivel, todavía no.

—¿No se trabaja ese aspecto en las inferiores?

—No es ese el problema. Cada vez se ponen menos jugadores que hagan goles.

—Pero Argentina juega con muchos delanteros...

—No es fácil armar el equipo con tantos. Sabella pensaba en Higuaín delante y Agüero asistiendo. Kun mete goles y hace que los hagan e Higuaín hace pero no fabrica y añora al Kun.