BETIS
El juicio por el Concurso de Acreedores, del 28 al 31 de julio
Se pide que Manuel Ruiz de Lopera, Luis Oliver y Jaime Rodríguez Sacristán sean condenados a indemnizar al club e inhabilitados.
El Juzgado de lo Mercantil de Sevilla celebrará del 28 al 31 de julio el juicio por el concurso de acreedores del Real Betis, que en caso de ser declarado culpable puede llevar a que varios exdirigentes del club sean condenados a pagar distintas indemnizaciones.
Tanto la Fiscalía de Sevilla como los administradores concursales del Real Betis y un grupo de accionistas han calificado el concurso como culpable y han pedido que sus antiguos directivos Manuel Ruiz de Lopera, Luis Oliver y Jaime Rodríguez Sacristán sean condenados a indemnizar al club y sean inhabilitados por distintos plazos para gestionar sociedades deportivas. En concreto, el grupo de accionistas solicita que Ruiz de Lopera pague 19,9 millones de euros.
Fuentes del caso han informado a Efe de que el juez de lo Mercantil 1 ha fijado el juicio para concluir el 31 de julio, pero en caso de necesidad podría habilitarse algún día de agosto.
Los accionistas demandantes entienden que el Betis y sus acreedores "han tenido que sufrir los efectos del procedimiento concursal por una maliciosa gestión de los administradores que rigieron su actividad en los dos años anteriores a la declaración del concurso".
El 5 de diciembre de 2012, el juzgado de lo Mercantil 1 de Sevilla publicó el convenio de acreedores del Betis, tras lo cual se abrió la fase para calificar la suspensión de pagos como fortuita o culpable, en este último caso si se demuestra que el estado de insolvencia se debió a "dolo o culpa grave de los administradores".
Así lo cree el grupo de accionistas, que enumeran entre las irregularidades "la desproporción entre los ingresos y los gastos", pues al finalizar el ejercicio 2008-2009 se habían acumulado unas pérdidas de 20,2 millones de euros y además el equipo descendió a Segunda División, con la consiguiente "minoración significativa de su capacidad de generación de recursos".
En el ejercicio siguiente, los ingresos se redujeron en un 45 por ciento pero los gastos aumentaron en un 33 por ciento y "la situación de crisis económica en que ya se encontraba el Betis se agravó por su consejo de administración, generando pérdidas durante 2009-10 por 44, 2 millones de euros".
Según los demandantes, el Betis debió desprenderse entonces de aquellos jugadores de la primera plantilla cuyo salario no se adecuaba a la capacidad de generación de recursos en Segunda División, como Sergio García, Mehmet Aurelio, Emaná, Pavone, Odonkor, Arzu, Capi, Ricardo o Nelson.