NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

CUARTOS | ARGENTINA 1 - BÉLGICA 0

Pase de genio de Leo Messi

Su envío a Di María, lo mejor de una actuación irregular, la menos decisiva del Mundial para el argentino, pero su presión a Kompany permitió robar el balón del gol de Higuaín.

Pase de genio de Leo Messi
AStv

Messi completó ante Bélgica su actuación menos decisiva del Mundial. Ni participó en el juego ni asistió tanto como en anteriores encuentros pero, a pesar de ello, resultó clave en el gol de Higuaín y dejó dos acciones de exquisita calidad.

Acostumbrado a participar poco en labores defensivas, La Pulga fue clave en el robo del balón del gol de Higuaín. Comprobó que Kompany quiso salir con el esférico controlado, se lanzó a por él y su presión forzó el error del central. Mascherano recuperó el balón y se lo dio a Messi, que tras protegerlo con dos quiebros de cintura ante las acometidas de De Bruyne y Fellaini, se lo dio a Di María para que asistiera a Higuaín y marcara el gol del triunfo.

Antes del descanso llegarían sus dos grandes genialidades. La primera fue un espectacular pase al espacio, de 45 metros, dado desde su campo y que dejó a Di María presto para disparar desde la frontal. Lamentablemente, fue el chut de la lesión de El Fideo.

Su otra acción destacada fue la falta que provocó sobre la frontal del área. Recibió un fuerte pase de Enzo Pérez, que domó y orientó con el pecho. Cuando el balón cayó, regateó a Fellaini y Witsel con un doble quiebro vertiginoso sobre una baldosa. Van Buyten vino en la ayuda para derribarle. La falta la lanzó fuera con potencia.

En los últimos compases tuvo su gran ocasión, pero Courtois le ganó el mano a mano. El meta belga dejó a Messi sin marcar por séptima vez esta temporada.

Cansancio. Pese a estos chispazos de clase, se vio a un Messi irregular y de más a menos, que acabó el encuentro muy cansado. Sus números lo demuestran: apenas 21 pases (seis en la segunda parte), una sola ocasión generada, una única jugada en el área y más faltas cometidas que sufridas (tres por dos). Lo que no faltó fueron sus regates: desbordó con éxito a sus rivales hasta cinco veces.