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ATLÉTICO DE MADRID

Moyá: "He sufrido a Negredo, para mí es el delantero ideal"

El cancerbero balear prepara su mente "para defender la portería de un grande". Courtois deja huella, pero el ex meta del Getafe afronta esa presión como una motivación.

MadridActualizado a
Miguel Ángel Moyá.
Miguel Ángel Moyá.CARLOS MARTINEZ
AStv

—Tras varias tentativas del Atlético, por fin ha conseguido contratarle.

—El año pasado parecía que estábamos cerca, pero al final no fue así. Esta vez ha sido algo relámpago, en una semana estaba cerrado todo, incluida la presentación. El Atlético es la guinda a mi carrera, después de 10 años en Primera División es mi alegría deportiva más importante.

—Acabó tocado físicamente la temporada pasada, pero el Atlético no ha tenido dudas. ¿Cómo se encuentra ahora?

—Muy bien. Durante las últimas semanas he trabajado en Mallorca, el club nos ha cedido las instalaciones, le doy las gracias por ello, allí he coincidido con Mario Suárez y con Aduriz. He tenido buenas sensaciones. Cuando acabó la temporada aún no era capaz de volver a entrenar a tope, pero la lesión ha evolucionado bien, era cuestión de tiempo. Ahora estoy completamente curado.

—Habla de Mallorca, su casa. Allí empezó a jugar al fútbol, aunque al principio no era portero…

—Es verdad, cuando me inicié entre los 5 y los 7 años me seducía más ser jugador de campo, pero era un niño que ya por aquel entonces destacaba por envergadura sobre los demás. El entrenador me dijo: “Miguel Ángel como tú eres grande vamos a ver cómo lo haces de portero”. Y funcionó. Empezaron a verme aptitudes para la portería y eso echó por tierra mis expectativas de ser jugador.

—Y fue un portero precoz. Con 16 años ya jugaba en Segunda B.

—Con 16 años y pocos días debuté en Segunda B con el Mallorca. Jugué cuatro partidos esa temporada en la categoría. Y al año siguiente, con 17, ya pasé al filial. Una anécdota que poca gente recuerda es que con 15 años subí un stage de pretemporada con el primer equipo del Mallorca y allí coincidí con Germán Burgos y con Leo Franco. Con Leo he compartido más vivencias, le he tenido de rival. Él se marchó al Atlético y yo me quedé en el Mallorca. Leo dejó su huella en el Calderón, fue incluso capitán. El Mono se retiró antes de que yo debutara en Primera, pero alguna vez hemos coincidido en algún campo y hemos recordado aquello. Ahora le tendré muy cerca de nuevo.

—¿Quién era el modelo de Moyá cuando comenzó a interesarse por la portería?

—Cuando el Mallorca asciende en el año 97 firma a Roa, un portero argentino. Justo yo había fichado por el Mallorca en categoría infantil y Roa me gustaba, quizá también por el parecido en cuanto a la manera de entender la demarcación. Una manera más sobria, creo que tenemos cierto parecido.

—¿Se asemeja su juego al de la escuela argentina?

—Me gusta coger lo mejor de cada una. En Argentina es muy conocida esa técnica del uno contra uno y el saque a tres dedos de volea. En Europa es más común el blocaje o el dominio del juego aéreo. Si quieres ser completo hay que acercarse, al menos, al ocho en todas esas cosas.

—Paralelamente a su precocidad en el Mallorca, fue simultaneándolo con internacionalidades en todas las categorías inferiores de la Roja. ¿En la Selección qué técnico fue el que más le marcó?

—Por ser mi primer paso como internacional, en Sub-16 y Sub-17, evidentemente tengo que destacar a Santisteban y a Ufarte. Después vas creciendo y te vas acercando a tu sueño de ser profesional. Ahí tuve a Iñaki Sáez, en Sub-19, Sub-20 y Sub-21. Iñaki apostó por mí, me dio mucha confianza, ganamos títulos… Fue mi trampolín para debutar y llegar al primer equipo del Mallorca.

—Triunfó en el Mallorca, en su casa.

—A veces lo recuerdo con nostalgia, me gustaría recuperar aquellas sensaciones, pero los años pasan y ya no soy aquel niño que debutó con 20 años. Es difícil ser profeta en tu tierra. Es de lo más bonito que le puede pasar a un jugador.

—¿Cuál es el consejo que recuerda con más cariño de aquella etapa?

—Mi padre me repitió siempre que fuera constante y humilde. Dentro y fuera del campo. Lo he seguido y me ha ido bien. Después el tiempo me ha dado experiencia, pero no pierdo de vista aquel consejo.

—Llega al Atlético con una presión grande, como en el Getafe, pero con objetivos diferentes. ¿Cómo lo asume?

—Estuve también en Valencia y llevo una trayectoria detrás. Estoy en un momento importante de madurez para poderlo afrontar. La huella que deja Courtois, si al final se va, es grande, pero también lo enfoco pensando que el Atlético ha pensado en mí para este reto.

—¿Cuándo el Atlético le llamó preguntó quién iba a ser su compañero en la portería?

—Uno se preocupa, no por agonía, sino por ver a quién pueden traer. El cerco se ha estrechado, parece, entre Keylor Navas y Oblak.

—¿Con quién de los dos se compenetraría mejor?

—Es difícil, porque no los conozco como personas. De momento, con Keylor por el idioma. Aunque Oblak juega en Portugal, está muy cerca. Lo haré con el que venga y ojalá llegue uno pronto.

—Conoce el Calderón como visitante, ¿Qué idea se ha hecho como local?

—Siempre me pregunté si alguna vez tendría la suerte de verme allí de local, tiene que ser maravilloso porque como visitante es probablemente el campo más hostil de Primera. Me han puesto de vuelta y media… (Risas).

—¿Qué le ha contado Mario del club?

—Las anécdotas del método de trabajo del Profe Ortega. Los madrugones, que se trabaja muchísimo, que en pretemporada se hacen tres sesiones… El día a día. El compromiso del grupo…

—Usted llega, supongo, con la intención de ser titular, pese a que se esté intentando comprar a otro portero.

—Si digo que vengo a por el número uno de la portería puede quedar un poco presuntuoso, pero yo creo que todos queremos pelear por ser titulares. Puedes preguntarle al otro portero que venga, seguro que no dice que viene para ser suplente. Mi objetivo es pelear para hacerme con el hueco.

—La portería le ha dado al Atlético un salto de calidad en los últimos tres años. Se le va a exigir ganar puntos.

—Soy consciente de la presión. Quiero empezar a preparar mi mente para lo que es la portería en un equipo grande. En Getafe a lo mejor me llegaban 10 o 12 veces por partido, hacía muchas paradas. En un grande a lo mejor te llegan tres veces menos, pero la cuestión es estar muy concentrado para ese momento.

—¿Eso se puede trabajar?

—La clave, al menos lo ha sido para mí, es la concentración. Al final en Primera todos los porteros tienen cualidades, la diferencia puede estar en la cabeza. El que mejor la gestiona… Courtois, por ejemplo, es joven, pero tiene muy tiene una gran mentalidad. Es un puesto de mucha responsabilidad, muy específico.

—La afición del Atlético está inquieta. Se marcharon Costa y Villa. Courtois es casi un hecho. Falta por ver qué sucede con Filipe y Miranda. ¿Qué mensaje puede mandar a la afición?

—Primero que mantengan la calma hasta que los acontecimientos no sean oficiales. Como mucho se va a ir el 20% del bloque titular de los últimos dos años, pero el club me comentó que tiene la intención de seguir siendo un equipo grande, si sale un jugador importante van a ir a por otro igual. De hecho, los nombres que se barajan como sustitutos son muy contrastados mundialmente.

—Uno de ellos que podría venir es Negredo, usted le conoce bien.

—A título personal, de entre los que ahí, puedo decir que es mi preferido, el ideal, sobre todo porque le conozco. Le he sufrido, es español y me gusta mucho. Pero si hablamos de Mandzukic, Jackson o Lukaku estamos también ante delanteros del top 20 en el mundo.

—¿Qué dorsal le gustaría llevar?

—Toda la vida he llevado el uno. Me gusta, me ha dado suerte, estaría bien que me dejaran llevarlo. Si no están Courtois ni Aranzubía y por orden de llegada puedo elegir, será el uno. Si no, no pasa nada, no soy supersticioso.