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Córdoba

González: “Me quedo en el Córdoba hasta que me echen...”

Carlos González llegó al Córdoba hace tres años y está encantado con la ciudad y su gente. Ayer recibió a AS en el Asador Donostiarra para hablar de lo que viene.

Carlos González, presidente del Córdoba
JESUS AGUILERA

(Antes de comenzar, desde la mesa de al lado felicitan al presidente por el ascenso a Primera) Ha pasado una semana ya, ¿se lo va creyendo?

—Ya sí, ya sí. Cuando la gente te da la enhorabuena te das cuenta de que han servido los tres años de trabajo...

—¿Y después de 42 años sin fútbol de Primera, la ciudad de Córdoba se lo cree también?

—También, ya nos exigen a jugadores de Primera y todo. Es que es mucho tiempo, la Liga no se parece en nada. Hasta que empiece se va a hacer largo. Para la ciudad es grande.

—Ahora que ya pasó, ¿llegó a verlo perdido en Las Palmas?

—Sí, en el Arcángel fuimos mejores y pudimos meter cuatro. Fallamos y se complicó...

—¿Y cómo vio desde el palco la invasión?

—Nos pusieron en la última fila, pero fue todo tan raro... No entendíamos qué pasaba. Fue complicado todo, incluso llegar al vestuario.

—¿Pero qué le rondó la cabeza, entre el 1-0 y lo que veía?

—Fue raro. No sé por qué abrieron las puertas del estadio. Por qué no había suficiente Policía ni seguridad. Suena mal. No quiero decir que estuviera preparado, pero no pareció casual, sino que podía ocurrir...

—En lo deportivo ese parón le vino bien al Córdoba...

—El playoff son dos partidos y fuimos mejores. El gol llegó tras el lío, pero no porque ellos se descentraran. El Córdoba empujó, lo necesitaba y marcó. El partido dura hasta el final.

—¿Cuándo llegó a Córdoba en 2011 era este el plan?

—Mira, el día que nos presentamos dijimos que en tres temporadas seríamos de Primera. Y el año pasado apostamos fuerte: si el equipo no entraba en playoff, los abonos saldrían gratis; y si subíamos, habría 50% de rebaja. Aquí estamos.

—A diez jornadas del final, el Córdoba era 16º, a dos del descenso. ¿Ahí cómo lo veía?

—No pintaba bien. Cuando llega Ferrer (febrero) nos tranquiliza. Es un entrenador que no muestra nerviosismo y confiaba en el grupo. “Yo miro para arriba”, decía. Es el mejor que he tenido, no porque nos haya subido. Estará aquí hasta que quiera.

—¿Y ahora qué le dice?

—Ahora se pone exigente. Pero está entusiasmado y tenemos todos claro el reto: salvarnos, aunque sea en el último segundo. Como el ascenso, vaya...

—¿La plantilla será similar?

—Sí, queremos premiar a los que nos han traído hasta aquí.

—¿Se ha parado a pensar los equipos que les van a visitar?

—Bueno, Messi ya estuvo, ¿eh? Es grande, sobre todo para la gente. Sabemos que habrá que luchar y ser un grupo desde el primer día. Somos unos novatos, todo nos es extraño. Hay que hacer reformas, vestuarios, sala de Prensa...

—¿Y ahora hay también plan a medio-largo plazo?

—No quiero crear falsas expectativas. Yo vi potencial en Córdoba para hacer un proyecto y estamos en Primera después de 42 años. La ciudad tiene capacidad para un equipo de Primera y ganará con ello.

—¿En qué ha variado su vínculo personal con la ciudad y el club en estos tres años?

—En todo. He conocido una magnífica ciudad, con su gastronomía, su arquitectura, su gente. Os invito desde aquí a conocerla, me encanta. Y siempre he notado el afecto. Han sido 42 años sin Primera. El Córdoba ha gastado mucho. En Segunda B, hace siete años, tenía 12 millones de presupuesto. Es una ciudad maravillosa que se merece esto. Me quedaré en el Córdoba hasta que me echen...