URUGUAY
José Mujica: “Los de FIFA son una manga de hijos de puta”
Brutal ataque del presidente de Uruguay, que recibió a la selección en el aeropuerto y calificó de “fascista” la sanción a Luis Suárez. La oposición le censura con dureza.
A Uruguay siempre le pareció más milagroso su fútbol que una economía más limpia y provechosa que las naciones de su entorno: un 6,5% de paro y un 10% de inflación, la envidia de gran parte de Sudamérica. Pero presume más de su selección: “Un país de poco más de tres millones de habitantes salió dos veces campeón del mundo”. De ahí que José Mujica, su veterano presidente (79 años), exguerrillero tupamaro que pasó quince años en la cárcel, elevase a cuestión de Estado hasta la exageración la suspensión por nueve partidos y cuatro meses a Luis Suárez. Acudió a recibir a los héroes caídos al aeropuerto de Carrasco y bastó una pregunta inocente (“¿Qué piensa?”) del reportero de la televisión para que se lanzase al abordaje: “Los de la FIFA son una manga de hijos de puta”. Luego se tapó la boca. El periodista le pidió permiso para emitir las imágenes. “Publícalo”, dijo. Y añadió, en referencia a Luis Suárez: “Podían haberle sancionado, pero no ponerle una sanción fascista”. A su lado, su esposa, la senadora Lucía Topolansky, también extupamara, asentía: “Me adhiero a las palabras del presidente”.
De inmediato se desató una tormenta política. Carlos Cardoso, candidato a la presidencia por el Partido Colorado, escribió en su cuenta de Twitter: “Ayer en el aeropuerto les esperaba el fantasma del pasado. El del insulto y la intolerancia. Les esperaba el barrabrava. Ojalá ese fantasma lo podamos seguir enterrando”. El senador de la misma formación José Amorín Batlle se sumó a la crítica: “Ya es tarde para que alguien avise a Mujica de que es presidente”.
La encuesta. El País de Montevideo preguntó a sus lectores sobre la frase del atípico mandatario de antepasados cántabros que vive en una casa de sólo 45 metros en las afueras de la capital, tiene un Volkswagen Escarabajo del año 87 y presume de no utilizar nunca tarjetas de crédito. El sondeo acabó casi en empate: un 37% aprobó el ataque, un 34% lo censuró y el resto compartió el fondo y discrepó de los modales. De su parte se puso el diputado nacionalista Ricardo Planchón, que pidió la renuncia del también uruguayo Eugenio Figueredo como presidente dla Conmebol por su débil defensa de Suárez. A esas horas, la frase de Mujica ya había dado para una canción del compositor argentino Mauro Lecornel.
Mujica ya recibió a Suárez la semana pasada y habló del castigo. “No le eligieron para filósofo, ni para mecánico, ni para tener buenos modales. Fue una monstruosa agresión y no sólo a un hombre, sino a un país. Esto quedará en la peor memoria de la historia del fútbol. Será una vergüenza eterna”.
Lo cierto es que la durísima sanción avivó la identificación del país con la celeste. Cerca de 4.000 hinchas acudieron al aeropuerto para mostrar su afecto a los jugadores. La Policía hubo de abrir un pasillo de seguridad para que los héroes pudieran llegar al autobús que les esperaba entre gritos de “Ya lo ve, ya lo ve… es para Blatter que lo mira por TV” y “Volveremos a ser campeones, como la primera vez”. “Esto ha sido hermoso. Estoy orgulloso de nuestra gente y de ser uruguayo”, dijo el defensa del Atlético Diego Godín en el mismo aeropuerto. “Es importante el cariño de la gente. Esperamos que la próxima vez sea mejor para todos”, comentó Arévalo Ríos. Mientras, la Federación prepara una propuesta para renovar por cuatro años, a razón de un millón de euros por cada uno de ellos, al seleccionador Óscar Tabárez.