Disimulen sus lazos de amistad

Fabian Johnson, lateral del Hoffenheim, hijo de un soldado norteamericano y una alemana, nació en Múnich y como alemán fue campeón de Europa Sub-21 en 2009 junto a Özil, Khedira, Neuer, Boateng, Höwedes y Hummels. Jugo 35 partidos con las selecciones inferiores germanas hasta que, ante la falta de horizonte con Löw, se decidió por Estados Unidos. Jermaine Jones también es hijo de estadounidense y alemana. Nació en Francfort, se crió en la cantera del Eintracht y pasó por Leverkusen y Schalke antes de llegar al Besiktas. Llegó a jugar tres amistosos con la Alemania de Löw (más ocho con la Sub-21), pero no le llevaron a la Eurocopa 2008 y cambió de bandera.

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También Brooks nació en Berlín y sólo han jugado en el Hertha. Timothy Chandler es de Francfort, hijo de militar afroamericano y alemana y juega en el Nuremberg. Estos dos últimos nunca jugaron con Alemania. Julian Green, nacido en Tampa (Florida) también es hijo de estadounidense y alemana y pertenece al Bayern. Y luego está el técnico, Jürgen Klinsmann, que tuvo a Löw de ayudante en la selección, que es gloria del fútbol germano con 108 participaciones en la Mannschaft y que es el hombre que reclutó, por conocimiento del medio, a los arriba mencionados. “El mundo está cambiando. Es un juego global. Creo que los estadounidenses son estadounidenses, sin importar si crecieron en Japón, Sudáfrica o Buenos Aires”, se justificó.

Esa conexión Berlín-Washington sumada al hecho relevante de que un empate clasifica a alemanes y estadounidenses (primeros y segundos, respectivamente) calienta las cabezas en Portugal y Ghana. También el ánimo de los americanos, que califican de basura la sospecha de un acuerdo. Klinsmann asegura que no ha cruzado un mensaje ni una llamada con Löw. Pero la combatividad se vigilará con lupa, sobre todo porque Alemania, en el 82, ya bailó un vergonzante vals con Austria. “La mayoría de mis jugadores ni había nacido”, proclamó ofendido Löw, que podría tirar de Schweinsteiger. Klinsmann confiará en los que zarandearon a Portugal sin rematarla. Un empate sería magnífico para los dos y horrible para el fútbol. El interés común no es el interés general.

Özil: si está en octavos no hará el Ramadán

“El Ramadán comienza el sábado pero no podré hacerlo porque tengo que trabajar”, dijo Özil. Fue una justificación y también un pronóstico, porque Alemania aún no tiene amarrada su presencia ese día en Brasil. El exjugador del Real Madrid también dejó un mensaje a Löw: “Todo el mundo sabe que yo soy un creador de juego, es mi posición favorita, pero decide el entrenador. Me pone en la derecha, donde también he jugado mucho. Eso me quita libertad, aunque no es una excusa. Pero mi posición favorita es otra”. Cuestionado por las eliminaciones de España, Inglaterra e Italia, señaló: “Ya sabemos lo que ocurre si se juega al 90 por ciento”.