Australia vislumbra una ocasión histórica frente a España
"Si ganamos será uno de los mejores momentos del fútbol australiano. Voy a hacer todo lo posible por ayudar a mis compañeros desde la grada”, comenta Tim Cahill.


Vitoria acoge gris y lluviosa el adiós mundialista de Australia. La ciudad costera que ha sido sede de los socceroos en el Mundial esperaba esta noticia tarde o temprano, pero lo que no podía imaginar es que vendría acompañada de la eliminación de España. Tampoco los australianos lo hubieran previsto. De ahí que el partido ante la todavía campeona del mundo vaya a servirles para tratar de irse con el mejor sabor de boca posible. “Para nosotros el encuentro tiene una importancia enorme. Si ganamos a España será uno de los mejores momentos del fútbol australiano. Voy a hacer todo lo posible por ayudar a mis compañeros desde la grada”, comenta al respecto Tim Cahill, el fenomenal delantero al que una sanción por acumulación de amarillas impedirá jugar en la última jornada.
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Vacaciones. Los futbolistas aussies han tenido dos días libres después de perder con Holanda y se han dedicado a relajarse en el hotel y en la piscina, ya con la cabeza fuera del Mundial. Son conscientes de que han hecho un buen papel, pese a caer eliminados. Algo muy distinto a lo que les llega desde Curitiba sobre la Selección. “Es el partido perfecto para acreditar que estamos creciendo como equipo. España querrá restablecer el orgullo nacional y no será fácil, pero podemos ganarles”, cuenta el lateral izquierdo Davidson.
La estadística también les apoya. Hasta ahora Australia nunca se ha ido de un Mundial sin al menos un punto en sus participaciones anteriores. Después de caer en partidos muy reñidos ante Chile y Holanda, la única manera de mantener este dato es sacando como mínimo un empate ante los españoles: “Es un partido especial porque no hay nada en juego, pero que un país como Australia pueda ganar a otro como España ya es suficiente motivación para todos nosotros”, señala el mediocentro Jedinak. Diferentes mentalizaciones, la de España y la de Australia, para un mismo partido. Unos se juegan lavar su imagen, los otros hacer historia.



